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DISCURSO DE INAUGURACIÓN DE LA XXXII ASAMBLEA DE LA ASOCIACIÓN JUDICIAL FRANCISCO DE VITORIA A CARGO DE NUESTRO PORTAVOZ, RAIMUNDO PRADO BERNABEU

(El presente discurso, fue emitido en presencia de la Asamblea, autoridades locales, judiciales y autonómicas como público y, en la Mesa Presidencial, junto al Ilmo. Sr. D. Raimundo Prado Bernabéu, el Excmo. Sr. Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, D. Carlos Lesmes Serrano; la Honorable Sra. Consellera de Justicia de la Comunidad Valenciana, Dª. Gabriela Bravo Santestanislao; la Excma. Sra. Presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, Dª. Mª Pilar de la Oliva Marrades; y el Ilmo. Sr. Vicepresidente de la Diputación Provincial de Alicante, D. Carlos Castillo Márquez). 

Alicante, 15 de noviembre de 2017.

Antes que cualquier otra cosa, deseo enviar un estrecho y fuerte abrazo a los familiares y  personas queridas de Paco Wilhelmi y de Rafael Espejo, que ya no están entre nosotros, DEP.

GRACIAS, especialmente al Presidente, a las autoridades, a los componentes de la Mesa de la Asamblea y a la sección valenciana, a las entidades colaboradoras públicas y privadas, a todos los que han hecho posible esto. A Cristina, Alicia y Carlos. A los restantes miembros de las Asociaciones Profesionales. A esta tierra, por existir. Pero muy particularmente, hoy, a unos compañeros muy queridos que han demostrado lo que somos los Jueces. Unos compañeros hoy representados por un amigo. Un Magistrado reservado, humilde, casi invisible en lo superfluo pero trascendente y serio  en lo decisivo. Un magistrado que como  todos los que  trabajan en ese territorio  son jueces, afortunadamente  anónimos,  pero  Jueces como la “copa de un pino”. Me refiero a nuestros  entrañables  compañeros de Cataluña y a nuestro admirado asociado Vitorino Jesús  Barrientos, que el viernes recogerá institucionalmente en nombre de todos, el honrado “Premio a la Independencia”, premio  de más valor, si cabe, si  el mismo lo otorgan  otros Jueces. Premio a esos  Magistrados que, en situaciones complicadas, cumplen su palabra de honor profesional…. Como debe ser.

El Tiempo posee muchas aristas. Un poeta cursi y barroco, meditando sobre la fugacidad, diría que “son lágrimas y perseidas en el  retablo nocturno de agosto”. Alguien más jurídico y profesional, estaría  preocupado  por  el cómputo de los días inhábiles a partir del siguiente a los efectos de presentación de escritos. A casi todos nos  inquietan los finales de mes y los plazos hipotecarios. La Vida en definitiva, con sus cosas, qué rápida pasa.

Retomando el concepto Tiempo. Hace  ya un par de años dirigí mis primeras palabras en Bilbao como Portavoz. Lo hice como Portavoz de una Asociación madura, a la vez que joven. Coherente. Una Asociación nacida sin pecado original. Plural y unitaria en lo esencial. Lo hice, como Portavoz de una Asociación sin complejos, deseosa de aire nuevo y limpio. De una Asociación que  reclama  Independencia Judicial sin paliativos ni  sumisión, que anhela unas condiciones dignas para la Carrera.

Hace dos años en Bilbao, y posteriormente en Valladolid, me dirigí a usted, Sr Presidente, de forma leal y sincera, para indicarle que la ruta emprendida hasta entonces por el Consejo, no iba por la senda adecuada, pero no porque lo dijese yo que soy “más listo”, sino por ser un clamor dentro del ámbito judicial. Le pedimos entonces que  abandonasen ese cansino tránsito.

Mientras tanto, Francisco de Vitoria, intentaba aglutinar al resto de compañeros. Apostamos por la Unidad, se intentó y se consiguió, gracias a Todos, pues Todos ya sabíamos lo que realmente importaba.

Han sido tiempos complicados. “¡Malos tiempos para la lírica!” que decía alguien.

Durante un prolongado periodo, se han producido vacíos políticos, ausencia de poder, fragmentaciones. “El bienio de la parálisis”, lo ha denominado alguna periodista.  Pese a ello, los Jueces, las Asociaciones y Francisco de Vitoria la primera, a lo nuestro: a trabajar. A buscar soluciones desde el respeto y la firmeza. A fijar lo mejor para la Justicia y, por ende, para la sociedad, sin olvidar nuestra situación profesional, (faltaba más).

Muy mal no se debe haber hecho, cuando el resto de la Carrera, a través de sus juntas, de sus plenos, sean ya Asociados o no, han apoyado de manera unánime nuestras propuestas y delegado las acciones futuras que tengamos por conveniente. Pues bien, pese a ello y mientras tanto, el Consejo a lo suyo. Sin salirse de la linde.

No podemos negar ­–y sería injusto– que usted, como Presidente, se ha reunido con nosotros las veces que se lo hemos solicitado, que ha sido educado y receptivo. Pero no es ese el tema. Las formas hay que cuidarlas, pero sin materia ni resultado, se convierten en simples líneas frágiles y delicadas que cualquier soplo de aire destroza. Las formas no son el problema.

La pregunta que  nos hacemos es simple. La pregunta es: ¿Qué ha hecho el Consejo en estos dos últimos años profesionalmente  por los Jueces? La respuesta, desgraciadamente, es más simple aún, se compone de cuatro letras: NADA, repito NADA.

Se han enrocado, para no variar, en un ámbito burocrático, administrativo, inspector, fríamente institucional. Incluso han utilizado “palitos” en la rueda, como el tema de las adscripciones obligatorias, los permisos asociativos, que, saben de sobra, son medidas superfluas, que no solventarán los problemas esenciales.

Pero tras este desolador bagaje, no crea que vamos a cesar. Por convicción somos luchadores, optimistas y perseverantes. Aún hay tiempo, Presidente. Poco, pero lo hay. El apoyo  dado por el  Consejo de manera real y sincera  a nuestros compañeros de Cataluña les muestra cuál es el camino a seguir. Sr Presidente: haga caso a sus Jueces, a esos magníficos profesionales a los que Usted representa. Remánguese. Métase en el barro. Pártase el Alma con quien haga falta para conseguir mejoras. No se amilane ni acompleje frente al resto de Poderes. Venga con nosotros, se lo decimos sinceramente. Aún hay tiempo, Señor. Óiganos y actúe en consecuencia.

Nos consta que en Marqués de la Ensenada hay muchas y  buenas personas, pero que por allí también acuden mendigos de cargos, politiquillos en el sentido peyorativo del término. Interesados de sí mismos. Olvide y dé una patada a esas personas que, pese a pertenecer a ella, no representan a nuestra Carrera. A los pelotas, a los chismosos, a los correveidiles que tanto mal nos hacen. A  esos que crean división y se aprovechan de las instituciones para su beneficio.

Presidente: retome el rumbo y camine junto a los honrados jueces españoles. Estos a los  que sólo nos preocupa nuestra profesión, sin otras pretensiones que llegar a desempeñar una digna función y, ¿por qué no? aspirar a legítimas expectativas  siempre  después de haber trabajado, y nunca antes. Las Asociaciones,  le parezca más mal que bien, representamos en la actualidad, gracias al trabajo desempeñado, las legítimas reclamaciones de los Jueces. ¡Reconozca que le hemos adelantado!. Nosotros, Sr Presidente, hemos sido pacientes, responsables, fieles al Estado de Derecho. La Sociedad y los Poderes nos adeudan cosas. Si se nos vuelve a ignorar, y lo digo con tristeza, (pues ello habría supuesto un fracaso), actuaremos como tengamos que hacerlo para conseguir condiciones profesionales dignas, para conseguir que se nos oiga a la hora de elegir a quienes nos representen, para lograr que desempeñemos nuestro trabajo de manera razonable con calidad y mesura. Ahora sí, vamos en serio, y a fondo. Ojalá sea innecesario.

Voy  terminando.

Los Jueces no somos estrellas del deporte, ni artistas, ni tertulianos de radio. No llegamos a las masas de manera deslumbrante. Pero somos un Poder, un Poder en un estado moderno. Necesarios para crear riqueza, combatir la corrupción, hacer que se respeten los Derechos, crear paz y seguridad jurídica. Un bastión  sólido como se ha demostrado en  España en los últimos tiempos y por circunstancias diferentes.  Aunque algunos lo detesten y por obvio que parezca, los Jueces, el Poder Judicial bien entendido, es esencial,  necesario, constitucionalmente hablando. El Poder Judicial,  no es más, pero tampoco menos que el resto de Poderes. ¡Fuera complejos! Si el Consejo no nos acompaña en nuestras justas peticiones, nosotros las intentaremos conseguir caminando con el apoyo de la Carrera y utilizando los medios legales a nuestro alcance. Que nadie lo dude.

Otra Asamblea se inicia. El tiempo transcurre. Estamos en una tierra donde el sol se observa al nacer, antes que en otros lugares de la península. En la Tierra del Mare Nostrum. Que ese sol, ese mar azul, nos den vitalidad para seguir. Que nos acompañen en lo que representan.

Estimadas autoridades, querida Familia de Francisco de Vitoria, disfrutad de esta Asamblea, discutid y razonad de manera plural,  sosegada y noble, como siempre se ha hecho, en pro de ideas que mejoren nuestra profesión. Disfrutad de los compañeros, del tiempo fugaz. Vendrán otras Asambleas y como decía Neruda, entonces ya no seremos los mismos. Y añado, yo, seremos mejores. Vendrán  otros  tiempos  distintos, otras personas, pero allí estará Francisco de Vitoria, para recabar una sociedad más justa y un Poder judicial independiente. Que nadie lo dude. Allí estaremos.

Queridos Todos. Abrazos desde el corazón y muchas Gracias.

Descargar (doc) DISCURSO RAIMUNDO PRADO AJFV ALICANTE