Recuerda, la Justicia nunca se va de vacaciones.
Tampoco en verano, cuando los jueces se encargan de delitos que aumentan especialmente en estas fechas, como hurtos y robos en espacios muy concurridos, agresiones físicas y sexuales en zonas de marcha, o el exceso de alcohol y drogas al volante en las fiestas locales.
Porque la Justicia no descansa para que tú sí lo hagas. Pero sabiendo que si la haces, la pagas.
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