Queridos compañeros:
En estas líneas que os enviamos justo antes de comenzar este extraño mes de agosto, hábil e inhábil al mismo tiempo, queremos trasladaros el trabajo persistente que desde el Comité Nacional venimos haciendo para colocar en el foco de la opinión pública la defensa de la Independencia Judicial.
Asistimos desde hace años a un deterioro de las reglas más elementales del respeto institucional, también respecto del Poder Judicial. Políticos de uno y otro signo critican sin escrúpulos las resoluciones que no son de su agrado, demostrando una completa falta de respeto por las más elementales garantías institucionales para la salvaguarda de los derechos de los ciudadanos. Abiertamente ponen en cuestión nuestra formación en materias sensibles para la opinión pública, nos describen como una élite privilegiada para legitimar la reforma del sistema de acceso a la Carrera Judicial o desacreditan nuestras reivindicaciones con el falaz argumento del corporativismo. Todo ello sin fundamento, sin datos, por pura propaganda y demagogia.
En algunos ámbitos ya se empiezan a describir estas prácticas como nuevas formas de minar los fundamentos de los regímenes democráticos. Es imperativo hacer un esfuerzo constante para contrarrestarlas. Las asociaciones judiciales tenemos la obligación de trabajar con insistencia para trasladar a los agentes sociales y políticos la realidad de la judicatura española. La sociedad debe ser consciente de que cuenta con un cuerpo de jueces profesionales, responsables e independientes dispuestos a proteger los derechos de los ciudadanos frente a cualquier injerencia indebida.
A esta tarea nos hemos entregado en estos últimos meses. Antes del estado de alarma nos reunimos con representantes de los grupos parlamentarios para hacerles llegar nuestras principales preocupaciones en relación con la independencia judicial, además de otras cuestiones de nuestro estatuto. Durante el estado de alarma hemos mantenido contactos con medios de comunicación, llamando su atención sobre las debilidades de nuestro sistema judicial que más contribuyen a deteriorar la percepción que la ciudadanía tiene de su independencia y explicándoles cómo ciertas reformas que todos tenemos en mente contribuirían a remediarlas.
Hay que persistir en este empeño. Será necesario retomar los contactos con grupos parlamentarios y periodistas, pero también hace falta ensanchar el campo de nuestra actividad. Tenemos que interactuar con otros grupos profesionales y sociales, convencerles de que la defensa de la Independencia Judicial no afecta única ni principalmente a los jueces. Solamente cuando la ciudadanía considere inaceptable que un político intente ejecutar cualquier tipo de control sobre la Justicia y el político lo sepa, dejará de ser dicho control uno de sus objetivos. En el Comité Nacional ya estamos trabajando en esta línea.
Una gota de agua que cae insistentemente sobre un mismo punto, una y otra vez, acaba degradando incluso los materiales más resistentes hasta traspasarlos, es solo cuestión de tiempo. En eso consiste la gota china. Con esa persistencia hemos de trabajar desde AJFV para defender la Independencia Judicial, llevando nuestros argumentos a los lugares donde deben ser escuchados, donde pueden ser tenidos en cuenta, una y otra vez, infatigablemente, hasta quebrar las resistencias y vencer los estereotipos que muchas veces alejan los mensajes que desde la Carrera Judicial lanzamos a la sociedad.
Con ese espíritu trabajamos desde AJFV para defender la independencia del Poder Judicial español. Con la persistencia que nace de nuestro compromiso inquebrantable con los valores democráticos y constitucionales: como una gota china.
COMITÉ NACIONAL DE AJFV
30 de julio de 2020.
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