Natalia Velilla Antolín, Magistrada-Juez de adscripción territorial del Tribunal Superior de Justicia de Madrid y miembro de la Junta Directiva de la Asociación Judicial Francisco de Vitoria, ha sido elegida por los lectores de Lawyerpress Mujer Jurista 2019. Una elección competida, que no reñida, entre grandes profesionales del derecho al que se dedican desde diferentes posiciones. Una juez cercana, generosa, esforzada y querida por muchos que nos regala su saber y su experiencia desde una profunda convicción del servicio público y un compromiso con causas que van más allá de lo jurídico y traspasan con humanidad envidiable las conciencias.
Entrevista de Carlos Capa / @capa_carlos
Pregunta: ¿ Qué supone para usted el reconocimiento recibido de los lectores de Lawyepress, eligiéndola como ganadora del premio Mujer Jurista 2019?
Respuesta: Me alegra ver tanta gente que ha reconocido mi trabajo divulgador en el mundo del derecho y haya valorado mi empeño en acercar la Justicia a los ciudadanos. Hago todo lo posible por transmitir a quien me quiera escuchar que los jueces no somos el enemigo, sino los garantes de los derechos que las leyes nos reconocen a todos. Sin jueces, no habría derechos porque no tendríamos forma de hacerlos cumplir.
Me ha agradado especialmente ver el cariño de la gente, el apoyo en redes sociales de personas de todo tipo: legos en derecho que agradecen mis «hilos jurídicos»; abogados, fiscales y jueces que me han apoyado por mis conocimientos (un honor) y muchos amigos. En definitiva, gente que forma parte de mi vida sin que yo fuera consciente de ello hasta ahora. Pero, sobre todo, ha sido un lujo estar entre las seis seleccionadas, porque mis compañeras merecían el premio tanto o más que yo.
P: La judicatura está en el foco de la atención mediática y un tanto vapuleada desde diversos sectores políticos. ¿Es posible que pilares básicos del Estado de Derecho como la división de poderes todavía no se hayan interiorizado?
R: Ya lo he dicho en múltiples ocasiones. Desde hace unos cuatro años, la judicatura está siendo objeto de críticas que trascienden del análisis jurídico de las resoluciones. Miembros del poder legislativo y ejecutivo llevan atacando a los jueces de manera constante y, a mi entender, irresponsable. La pérdida del respeto a las instituciones acabará pasando factura, de hecho, ya lo estamos padeciendo. Criticar las resoluciones desde el punto de vista técnico (ejemplo: discrepar de una calificación jurídica razonando por qué creemos que debería ser otra), es legítimo y forma parte de una sociedad demócrata con sentido crítico. Pero eso no es lo que está sucediendo. Algunos partidos políticos han llevado en el programa consignas contra la #JusticiaPatriarcal por condenar por delito de abuso sexual, por ejemplo, una determinada conducta, cuando ese mismo partido político fue el que reformó el Código Penal para calificar esas mismas conductas ¡como abuso sexual!. No solo es irresponsable, sino que es fraudulento para la sociead. No deberíamos consentir estas manipulaciones.
Claro que no se han interiorizado los pilares básicos del Estado de Derecho. Desde que tengo uso de razón, así lo pienso. Lo que nunca pensé es que, unas décadas después de estudiar la asignatura de Derecho Político I y las Constituciones Españolas desde la de 1812, tendría la sansación de haber retrocedido en lo que a separación de poderes se refiere. La crisis democrática es un hecho y, en lugar de contribuir a superarla, se está ayudando al descrédito de las instituciones.
P: ¿Cuándo veremos a más mujeres en las altas instancias judiciales? ¿ Veremos a una mujer presidiendo el Tribunal Supremo en la , esperemos que próxima, renovación del CGPJ? ¿ Sería un gesto importante para destacar el papel de tantas profesionales en el ámbito de la Justicia?
R: Yo creo que veremos más mujeres en las altas esferas judiciales tarde o temprano, porque hay cosas que caen por su propio peso. Lo que tardaremos más en ver (si lo vemos) es el resurgir del mérito, la capacidad y la imparcialidad. De poco sirve que haya mujeres en la cúpula si se sigue perpetuando un sistema de arbitrariedad en la designación de algunos cargos discrecionales (no digo todos los cargos discrecionales, porque sería injusta y mentiría). Estoy segura de que la próxima presidencia del CGPJ recaerá en una mujer, pero eso no significará gran cosa si, insisto, se sigue practicando el trueque de cargos judiciales entre los principales partidos políticos. Quizá sirva para destacar, efectivamente, el papel de las mujeres en el ámbito de la Justicia, pero no creo que sea suficiente para mejorar las cosas. Por eso creo imprescindible que los jueces elijamos democráticamente a doce de los veinte vocales del CGPJ, algo que no sucederá a corto plazo, me temo. Solo con un sistema objetivo, la Justicia mejorará y la feminización de la cúpula será efectiva por derecho propio.
Por lo pronto, agradezco nuevamente el reconocimiento de los lectores de Lawyerpress a la Mujer Jurista 2019 y se lo dedico a la Carrera Judicial, ese grupo de hombres y mujeres técnicos en derecho que, por menos dinero del que se cree, sirven cada día a millones de ciudadanos con escasos medios y sometidos únicamente al imperio de la Ley, por mucho que se pretenda empañar su función. Y, especialmente, quiero ofrecérselo (porque es suyo) a mis compañeras juezas, que representamos a un 54% de la Carrera Judicial y, en las últimas promociones, a un 62%. Un ciudadano tiene mucha más probabilidad de encontrarse con un juez como yo que con un hombre cuando acude a los tribunales. Ahora solo falta que esta realidad se haga efectiva en todos niveles de la Carrera Judicial.
Fuente: lawyerpress.com
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