José Luis López Fuentes
JOSÉ LUIS LÓPEZ FUENTES

El entrevistado del mes de Mayo es otro histórico de la Asociación. Nuestro querido JOSÉ LUIS LÓPEZ FUENTES, conocido en nuestro ámbito asociativo y más entrañable como “El Califa”, es un hombre sonriente y polifacético que nació en Jaén el día 6 de Noviembre de 1958. Andaluz por los cuatro costados y amante de la Semana Santa y de El Rocío, es de esos compañeros del sur que cumplen y a la vez desmontan miles de tópicos, hablan como los ángeles y distinguen bien los momentos en los que hay que ser formales y los que hay que estar de “guasa”. Os confesamos que tenemos grandes recuerdos de José Luis en las Asambleas porque cuenta los chistes y las anécdotas como nadie. Es un trabajador incansable, un Juez puntilloso, humano y metódico, preocupado por hacer cada día mejor su trabajo.

Este vitorino de pura cepa entró en la Asociación en 1993 y nos cuenta que de lo que más disfruta es de su familia. Está casado desde 1988 con Lourdes García Ortiz, Magistrada también de profesión, a quién conoció en Madrid en la Escuela Judicial, y con la que tiene dos hijas, Rocío y Laura.

Se licenció en Derecho en la Universidad de Granada en el año 1981, sin perder un solo año ya que era buen estudiante pese a que en esa etapa universitaria perteneció a la Tuna de la Facultad de Derecho de Granada, siendo nombrado Jefe de la Tuna en los años 1980-1981. Ingresó en la Carrera Judicial por oposición en 1986. Tras sólo cuatro meses en la Escuela Judicial en Madrid, inició su andadura como Juez en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Aguilar de la Frontera (Córdoba), donde trabajó entre el año 1986 y el año 1989. Después concursó al Juzgado de Primera Instancia nº 3 de Málaga, donde permaneció sólo un año, cambiando de destino al Juzgado de Instrucción nº 7 de Málaga, en el que permaneció siete años. En el último año al frente de este Juzgado instruyó el primer juicio por jurado que se celebró en la provincia de Málaga.

En 1997 fue nombrado Juez Decano Exclusivo de Málaga, cargo para el que fue reelegido en el año 2.001, demostrando su gran capacidad de diálogo con los compañeros y de gestión de asuntos relativos a la carrera judicial. Durante esos ocho años formó parte de la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, siendo designado, durante dos años, miembro de su Comisión Permanente. Esa perspectiva como Decano de Málaga y su capacidad de organización y gestión fue definitiva para que fuera designado en el año 2.003 miembro de la Comisión Mixta Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia-Consejería de Justicia de la Junta de Andalucía, que fue creada para la implantación del nuevo modelo de Oficina Judicial.

Tras dejar el Juzgado Decano de Málaga, en Mayo del año 2.005 fue nombrado Magistrado de la Sección Cuarta (Civil) de la Audiencia Provincial de Málaga, donde trabajó hasta el año 2015, fecha en la que fue nombrado Presidente de la Audiencia Provincial de Granada, cargo que ocupa en la actualidad.

Su buen hacer y su inquietud por la formación, amén de su simpatía (porque José Luis es muy sociable y divertido), hicieron que desde 1997 hasta el año 2000 fuera nombrado por el Consejo General del Poder Judicial Coordinador Territorial de los Cursos de Formación para Jueces y Magistrados en Andalucía. Y años después, en Junio de 2.011, Coordinador Institucional de Andalucía de las Prácticas Tuteladas de los alumnos de la Escuela Judicial en los TTSSJ.

José Luis es Caballero de la Imperial Orden Hispánica de Carlos V. Fue nombrado “Jiennense del año 2004” por la Casa de Jaén de Málaga y, además de los referidos, ha recibido multitud de reconocimientos y condecoraciones. Le fue concedida, por Orden de 6 de Diciembre de 2006, la Cruz Distinguida de Primera Clase de la Orden de San Raimundo de Peñafort. Fue nombrado en 2014 colaborador Honorario del Departamento de Derecho Civil de la Facultad de Derecho de Málaga. Le fue concedida por Orden del Ministerio de Interior de fecha 25 de Septiembre de 2017 la Cruz de Plata de la Orden del Mérito de la Guardia Civil. En el año 2018, la Cruz al Mérito Policial con Distintivo Blanco por Decreto del Ministerio del Interior, y el 28 de Enero de 2019, la Medalla de la Facultad de Derecho de la Universidad de Granada por especiales méritos.

Se asoció a “Francisco de Vitoria” en el año 1993, y fue elegido miembro del Comité Nacional de la Asociación durante cuatro años, entre 1995 y 1999. Ha sido Portavoz Territorial de Andalucía durante diez años, siendo relevante su labor en esa Sección -muy complicada por su extensión y gran número de asociados- ya que además durante esa etapa en la que fue Portavoz Territorial de Andalucía se organizaron las magníficas Asambleas de Marbella, Málaga, Cádiz y Granada, por cierto con gran éxito. La importancia y el peso que tiene la asociación en Andalucía se debe a personas como José Luis.

Y si sus condecoraciones son numerosas y algo apabullantes no os quiero decir nada de sus devociones… Es hermano de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y de la Hermandad Sacramental de la Buena Muerte, ambas de Jaén. También es hermano de las Reales Cofradías Fusionadas de Málaga y de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Redención y Nuestra Señora de los Dolores, también de Málaga, ostentando en ambas el cargo de Consejero, y hermano de las Hermandades de Nuestra Señora del Rocío de Jaén y de Málaga. Esa pasión por la Semana Santa y por su tierra, su valía y oratoria han hecho que haya pronunciado muchos pregones, tanto de Pasión como de Gloria, destacando el Pregón Oficial de la Semana Santa de Jaén del año 2007. Ahí es nada.

Entre sus aficiones destaca la lectura de libros y revistas de historia, y, por supuesto, la novela histórica. Le encanta la música, de todo género, aunque se inclina por la música folclórica sudamericana y, por supuesto, como no podía ser de otra forma por el flamenco.

También es deportista. Ha practicado muchos deportes, especialmente el fútbol-Sala, footing, ciclismo y senderismo. Y le gusta muchísimo el cine, especialmente las películas históricas.

Gracias por haber aceptado nuestro ofrecimiento, José Luis, porque queríamos conocerte un poquito más. Personas como tú hacen que esta Asociación sea magnífica y plural y que vayamos descubriendo que está repleta de compañeros que trabajan de forma incansable y silenciosa por mejorar la Justicia en nuestro país.

PREGUNTA: José Luis, ¿por qué motivo decidiste asociarte? ¿Y por qué a AJFV?

Considero que, en una Carrera tan compleja y difícil como la nuestra, es bueno estar asociado, porque una asociación te permite estar informado de todas aquellas cuestiones que afectan a nuestro estatuto orgánico y te posibilita entrar en contacto con compañeros de diferentes puntos de España que, sin embargo, tienen problemas similares a los tuyos.

Tuve claro desde el día en que ingresé en la Carrera Judicial que solamente me asociaría a una Asociación lo más alejada posible de ideologías más o menos vinculadas con partidos políticos. Creo que “Francisco de Vitoria” goza de unos tintes de independencia política e ideológica de los que no gozan las demás. Ahí está su grandeza, y así debemos seguir, aunque ello nos suponga carecer de representación en el CGPJ.

“Francisco de Vitoria” para mí es algo más que una Asociación de Jueces. Me ha permitido conocer a grandes compañeros, muchos de los cuales ahora son ya amigos del alma. La Asociación me ha dado todo lo que esperaba de ella: la seguridad de saber que “no estás solo”, que tienes un grupo de compañeros a tu lado que tienen tus mismos problemas e inquietudes profesionales y sobre todo, me ha enseñado a defender mi independencia judicial frente a todos los que, día a día, intentan quebrarla. Esa es la sabia lección que he aprendido de esta Asociación, y por la que he visto a compañeros batirse hasta la extenuación.

PREGUNTA: ¿Crees que existe un “espíritu vitorino”? ¿Cómo lo definirías?

El “espíritu vitorino” lo palpamos cuando entramos en contacto con los compañeros en las Asambleas. También lo percibimos al ver como han ido actuando, a lo largo de los años, los miembros del Comité Nacional en la defensa de los intereses profesionales de los Jueces y Magistrados y, muy especialmente, en la defensa de la independencia judicial.

Pero también es “espíritu vitorino” nuestra forma de afrontar los problemas de nuestra Carrera. Con tesón pero con alegría, con seriedad pero con ilusión, orgullosos de ser Jueces y de ejercer una de las profesiones más hermosas del mundo.

PREGUNTA: ¿Cómo ves el asociacionismo judicial en España? ¿Y la situación actual de AJFV?

Creo que el Asociacionismo judicial en España debiera gozar de mayores dotes de influencia ante los poderes públicos, aunque, lógicamente, eso depende mucho de nosotros mismos, de hasta donde estemos dispuestos a llegar en nuestras reivindicaciones. Cuando verdaderamente nos hemos hecho fuertes ha sido cuando todas las asociaciones hemos actuado al unísono.

Creo que aún no hemos sabido transmitir a la sociedad y a los medios de comunicación nuestras justas peticiones. Da la sensación de que aparecemos ante ellos como una casta que solamente defiende sus intereses particulares. En el fondo nos tienen cierto recelo, porque como diría cierto político de la época de la transición de cuyo nombre no quiero acordarme, somos “un poder incontrolado”.

PREGUNTA: ¿Cuál es tu percepción de la situación actual de la Carrera Judicial? ¿Y de su evolución desde que perteneces a ella? ¿Qué reformas del estatuto del Juez serían necesarias para mejorar las condiciones de nuestra profesión?

Esta pregunta daría para un tratado tan extenso como el Corpus Iuris Civilis.  La Carrera Judicial, desde que yo ingresé, ha estado sometida a las distintas circunstancias políticas por las que hemos atravesado. Y el modelo aún no ha sido fijado definitivamente. Lo que más me está preocupando son los movimientos de desapoderamiento de las facultades del Juez. Que no se ofenda nadie, pero considero que muchas reformas han ido encaminadas a privar a los Jueces de muchas de sus funciones so pretexto de concentrarlas en las constitucionalmente reconocidas de “juzgar y hacer ejecutar lo juzgado”.

Mi percepción actual es la misma que tenía cuando ingresé. Una Carrera apasionante con muchos obstáculos por el camino. Estamos más profesionalizados y especializados que antes, y sin duda alguna, la administración de justicia está, poco a poco, modernizándose. Se ha avanzado mucho, y es justo reconocerlo, en la conciliación de la vida familiar y laboral, así como en la prevención de los riesgos laborales en la Carrera Judicial. Pero sigue habiendo carencias endémicas de medios personales y materiales. Estamos muy alejados de lo que debiera ser una administración de justicia rápida y eficaz. Basta comprobar los tiempos de respuesta judicial en la mayoría de las jurisdicciones para concluir que seguimos necesitando más Jueces y más órganos judiciales. No basta con reformar las leyes, hay que invertir en justicia.

Seguimos sin una reforma estructural que posibilite la instauración de los tribunales de instancia, y seguimos esperando en la mayoría de los órganos judiciales la implantación definitiva de la Oficina Judicial.

Los Gabinetes Técnicos no debieran ser exclusivos del Tribunal Supremo y de los TSJ. Debiera facilitarse a todos los Jueces un apoyo técnico-jurídico desde los TSJ o desde el CGPJ.

Es evidente que debemos aspirar a una mejora de nuestras retribuciones que nos aproxime a la media de las retribuciones que perciben los Jueces europeos.

PREGUNTA: ¿Existe un verdadero respeto a la independencia judicial? ¿Qué sería necesario para mejorasen los niveles de independencia judicial?

La presión social y de los medios de comunicación sobre el Juez es inevitable, especialmente en aquellos asuntos de relevancia política o social. Pero es connatural a esta profesión padecer y superar esa presión que intenta desestabilizarnos en nuestra independencia. Está claro que el Juez que no sea capaz de soportar esa presión social está sobrando aquí, porque la independencia es la esencia de nuestro trabajo y la obligación principal que nos impone la Constitución.

Sin embargo, deben arbitrarse mecanismos que sean capaces de defender eficazmente al Juez en su independencia frente a todos, incluidos los poderes públicos y los medios de comunicación, y, evidentemente, no podemos estimar suficiente el amparo que se nos brinda desde el CGPJ.

PREGUNTA: ¿Qué opinas sobre la disposición de medios personales y materiales en la Administración de Justicia, y en concreto Andalucía? ¿Y sobre la planta judicial y la ratio de jueces por habitante? ¿Qué reformas serían necesarias para mejorar la eficacia de la Administración de Justicia?

Como ya he dicho antes existen carencias endémicas de medios personales y materiales, a pesar de que se ha modernizado la administración de justicia.

Cuando nos paramos a observar la ratio de Jueces en nuestro País y la comparamos con lo que ocurre en otros países de nuestro entorno, y si analizamos las Memorias de los TSJ y la carga de trabajo que soportan la mayoría de los Jueces en España, nos damos cuenta de las gravosas condiciones en las que se ejerce esta profesión en muchos órganos judiciales, especialmente en los pueblos.

Andalucía no ha sido ajena al proceso de modernización de la administración de justicia, tanto en lo que se refiere al empleo de nuevas tecnologías como a la creación de nuevas sedes y edificios judiciales en las principales capitales. Basta leer la Memoria del TSJA del año 2018 para comprobar la necesidad urgente de creación de más órganos judiciales.

No se invierte en Justicia a pesar de tratarse de un servicio público esencial para los ciudadanos. Y bien claro lo dice el artículo 1º de la Constitución al colocar a la Justicia como el segundo valor más importante: “España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político”. Habrá que recordárselo a los que manejan eso de la “cosa pública”.

PREGUNTA: Fuiste miembro del Comité Nacional de la Asociación hace unos años. ¿Qué supuso para ti esta experiencia? ¿Qué valoras más de aquél período?.

Fui miembro del Comité Nacional durante los años 1995 a 1999, guardando un especial recuerdo de aquella época. Fueron los años de María Tardón como Portavoz Nacional, y, ciertamente, fue una etapa en la que AJFV estaba presente en todos los foros, especialmente en los medios de comunicación.

Fue una etapa de consolidación de AJFV como una asociación cada vez más pujante, bien asentada en los principios inspiradores que idearon sus fundadores (independiente y netamente profesional) e ilusionante para los compañeros más jóvenes. La Asociación era mucho más pequeña y, prácticamente, nos conocíamos casi todos. Recuerdo que en aquél Comité estaban, entre otros, además de María Tardón, Javier Muñoz, Carlos Vieites, Cristina Cadenas, Ramón Rodríguez Jackson, Juan Carlos Toro y Ricardo Moyano.

PREGUNTA: ¿Te has sentido alguna vez presionado en tu labor como Magistrado? ¿Ha llegado a afectar a tu vida personal? En caso afirmativo, señala si has encontrado algún tipo de amparo o de protección.

Nunca me he sentido presionado en mi labor como Magistrado, salvo por mi conciencia, por lo que nunca me he visto en la necesidad de solicitar amparo.

Como a tantos y tantos compañeros, lo único que ha afectado a mi vida personal ha sido el estrés profesional. Si a la complejidad de nuestro trabajo unimos la sobrecarga de asuntos es fácil concluir que esta profesión es, después del médico, la más importante que existe. El médico gestiona la salud y, por tanto, la vida. Nosotros la libertad, la seguridad, el honor y el patrimonio de los ciudadanos.

PREGUNTA: ¿Consideras importante la labor de los Jueces Decanos? ¿Qué te aportó tu labor como Juez Decano de Málaga?

La labor de los Jueces Decanos es esencial, como órgano de gobierno de los tribunales y representante de los Jueces antes los poderes públicos. Las Juntas de Jueces son los órganos más democráticos del Poder Judicial, y su opinión debe ser tenida en cuenta ante cualquier reforma que quiera afrontarse.

Yo fui Juez Decano Exclusivo de Málaga del año 1997 al 2005, y fueron los mejores años de mi vida profesional. En aquella época los grandes Decanatos era verdaderas empresas. En el Decanato de Málaga trabajaban 100 funcionarios, y el Juez Decano ostentaba la dirección de todos los Servicios Comunes. Fue una época apasionante, en la que teníamos libertad para crear nuevos servicios comunes y destinar a ellos a los funcionarios más cualificados. Era una auténtica labor de pura gestión.

PREGUNTA: Has trabajado muchos años en diversos órdenes jurisdiccionales, civil y penal. ¿Qué reformas consideras urgentes y necesarias para dotar a dichas jurisdicciones de una capacidad de respuesta eficaz? ¿Cuál es tu visión desde el órgano colegiado donde ejerces tu función jurisdiccional, ahora como Presidente?

Las reformas más acuciantes, para mí, son la de los Tribunales de Instancia y la de la Oficina Judicial. Hay que cambiar el esquema clásico de los partidos judiciales y de las oficinas judiciales, y si bien estas últimas están implantadas ya en algunos Juzgados, las incidencias son numerosas y no hay voluntad de afrontar el reto con todas sus consecuencias. No solo hace falta crear más órganos judiciales, que es evidente, sino también plantearse, de una vez por todas, la implantación de los tribunales de instancia.

Urge con toda urgencia la reforma de la LECrim y es, de todo punto prioritario, darle una solución definitiva a la proliferación desorbitada de procesos sobre condiciones generales de contratación. Me preocupa la situación de los Juzgados de Instrucción, pues al no decidirse las fuerzas políticas de una manera clara por la atribución al Ministerio Fiscal de la instrucción criminal, nos encontramos con una situación de control e inspección del Fiscal sobre la labor del Juez de Instrucción que puede provocar claros conflictos.

PREGUNTA: ¿Podrías describirnos tu experiencia como Presidente de un órgano colegiado? ¿Cuáles son tus retos o los objetivos que te has marcado como Presidente de la Audiencia Provincial de Granada? 

Para mi está siendo una experiencia muy grata, pues me está permitiendo conocer la realidad judicial de toda una provincia. Eres la voz de muchos compañeros que esperan de ti las soluciones a sus problemas más acuciantes, y he podido comprobar la escasez de medios personales y materiales que padecen muchos órganos judiciales, especialmente los Juzgados de los pueblos. Nuestra pertenencia como miembros natos a la Sala de Gobierno nos permite trasladar a dicho órgano de gobierno las necesidades más apremiantes de los órganos judiciales, y, por supuesto, nuestra faceta institucional y representativa nos permite actuar como legítimos interlocutores ante los poderes públicos (Ministerio, CGPJ, Junta de Andalucía, Ayuntamientos, etc.).

En Granada llevo años luchando por conseguir la unificación de las sedes judiciales, dispersas en distintos edificios, y que se sufre especialmente en la Audiencia Provincial, cuyas secciones civiles y penales se encuentran en diferentes edificios. En estos momentos ya existe un borrador de proyecto que puede conseguir, en un año y medio, la deseada unificación.

Los retos pasan ineludiblemente por la creación de más órganos y plazas judiciales, pero en una Comunidad como Andalucía, que es la que aglutina la mayor población, el mayor número de órganos judiciales y la mayor litigiosidad de España, siempre habrá deficiencias estructurales de planta judicial, pues las limitaciones presupuestarias del Ministerio impedirán que Andalucía en general y Granada en particular, puedan ver satisfechas sus demandas de creación de más órganos judiciales. Estas limitaciones presupuestarias están provocando que en las Audiencias Provinciales no se estén creando nuevas secciones, a pesar de sobrepasar en exceso el módulo establecido por el CGPJ, creándose solamente nuevas plazas de Magistrados, pero no secciones, lo que impide una mejor operatividad, rendimiento y eficacia.

PREGUNTA: ¿Cómo ha sido para ti el cambio de sede y ciudad?. ¿Te ha supuesto algún problema tras haber vivido en Málaga tantos años?

Debo confesar que tomar la decisión no fue nada fácil. Después de 25 años en destinos judiciales en Málaga y con mi familia en esta ciudad, me costó mucho trabajo decidirme. La familia me animó y la verdad es que se trata de dos ciudades esplendorosas y muy próximas, y los fines de semana los paso, lógicamente, en Málaga.

PREGUNTA: ¿Cuál es tu opinión sobre las relaciones con el gobierno de la Junta de Andalucía, que debe disponer los medios materiales y personales necesarios para ejercer la función judicial en Granada? ¿Cómo se está implantando el expediente judicial electrónico?

Las relaciones con la Junta de Andalucía siempre han sido muy buenas, y en todo momento ha sido receptiva a las peticiones que se le han hecho desde la Presidencia de la Audiencia Provincial o desde la Sala de Gobierno. Ocurre que, como todas las demás administraciones, tienen sus límites presupuestarios, y ahí es donde nos encontramos con algunos problemas, especialmente relacionados con los nombramientos de funcionarios de refuerzo, la tardanza en cubrir las bajas de los funcionarios, el estado de algunas sedes judiciales, etc. En cualquier caso, la relación con la Junta es satisfactoria. La implantación del expediente digital que, en la jurisdicción civil es ya una realidad en las capitales y mayoría de los pueblos, no está dando los mismos frutos en la jurisdicción penal, donde su implantación es prácticamente inexistente.

Ahora, nuestra mayor preocupación y así se lo hemos transmitido a la Consejería de Justicia, es la unificación de las sedes de la Audiencia Provincial en un solo edificio, pues actualmente las secciones civiles y las penales se ubican, como ya he dicho antes, en distintos edificios. Y en ello se está trabajando. Sin duda puedo asegurar que la transferencia de competencias en Justicia ha sido muy beneficiosa para esta Comunidad, pero todavía nos queda mucho camino por recorrer, especialmente en el ámbito de la modernización de las sedes judiciales.

PREGUNTA: José Luis, siempre disfrutas muchísimo en las Asambleas Nacionales en las que participas activamente y a las que no sueles faltar. Cuéntame algún recuerdo entrañable que tengas de alguna de ellas o una anécdota divertida.

Soy de los asiduos a las Asambleas, y me encanta volver a ver a los compañeros de la Asociación, con los que he compartido muy buenos momentos. Son innumerables las anécdotas y recuerdos vividos. Pero sin duda alguna, los momentos más entrañables se viven en los actos de homenaje a los compañeros fallecidos y jubilados. Tenemos una Asociación nada sectaria, abierta, profesional y plural en lo ideológico, lo que nos hace sentirnos cada vez más fuertes y unidos, y es ésta la razón del notorio incremento de asociados en los últimos años y que seamos la Asociación preferida por los/las compañeros/as de las últimas promociones.

Pero al propio tiempo somos una Asociación muy divertida, alegre y optimista. Me encanta el espíritu vitorino, como forma de ser y sentirse en lo profesional y en las relaciones con tus compañeros. Nuestra marca es la independencia, el servicio a la Justicia, la reivindicación profesional y el amor a esta profesión, a pesar de las dificultades que se nos presentan.

PREGUNTA: Descríbeme con pocas palabras qué significan para ti ciudades como Jaén, Málaga o Granada.

En Jaén están mis orígenes, y con frecuencia vuelvo a mi tierra a ver a mi familia y amigos de la infancia. Mis recuerdos se impregnan de mares de olivos y altivas montañas. Es una ciudad pequeña, pero con mucho encanto.

Málaga es la ciudad donde he pasado más años de mi vida, donde han nacido mis dos hijas y a la que volveré algún día. Málaga, como diría Vicente Aleixandre, es la ciudad del Paraíso, una ciudad perfecta para disfrutar de la vida.

Granada es puro arte y embrujo. Es la tierra de García Lorca, donde se respira la historia de nuestro País en cada palmo de cada esquina. Aquí en Granada se consumó la unidad de España y se preparó la gesta del Descubrimiento de América (Capitulaciones de Santa Fe). Es la tierra elegida por los Reyes Católicos y por el Gran Capitán para ser enterrados. Me encanta pasear en primavera por el Sacromonte y Albayzin, perderme entre los meandros de sus callejas y descubrir conventos, capillas y monasterios cuando menos te lo esperas. En Granada, además, se encuentra la Real Chancillería, creada en época de Carlos V, sede del TSJ de Andalucía, que es el edificio judicial más antiguo de España.

PREGUNTA: Cuál ha sido el viaje que hayas hecho que más te ha fascinado. 

Sin duda alguna, Egipto. No creo que exista otra civilización que la iguale en grandeza. Después de mi viaje a Egipto me hice con una importante biblioteca sobre la historia de ese País, comprando libros o novelas relacionados con el antiguo Egipto.

PREGUNTA: Dices que te apasiona la novela histórica. Dinos cuál es la última novela que has leído y también cuál es tu película favorita.

El libro que estoy leyendo ahora es “La Cruzada del Océano”, de José Javier Esparza, que narra, en forma novelesca, las peripecias de los españoles en la conquista del Nuevo Mundo.

Es difícil decidirse por una sola película, pero si no tengo más remedio que hacerlo me inclinaría por “La lista de Schindler”, seguida muy de cerca por “La Misión”.

PREGUNTA: Para finalizar me gustaría que me contaras cuál ha sido el caso o el asunto que te ha hecho sentirte más satisfecho como persona y como Magistrado.

Recuerdo que estando de Juez en Aguilar de la Frontera vino a verme un ancianito, que quería denunciar a una mujer sudamericana que se había ido a vivir con él, presuntamente por amor, pero que al final lo que hizo fue desplumarle todos los ahorros que aquél pobre hombre había conseguido reunir a lo largo de su vida. Me pidió que no le hiciera nada malo a esa mujer, que no quería nada malo contra ella, solamente que la obligara a volver a su casa, porque el la quería mucho.

Le expliqué que si no la denunciaba por hurto o estafa no podría citarla ni averiguar su paradero, a lo que el me insistía que no quería nada malo contra ella, que, por favor, que la buscara y que la convenciera para que volviera con él.

Así pasaron muchos días, yo diría que meses, en los que el pobre anciano venía todas las semanas a preguntar si sabía algo de la mujer. Yo lo recibía cada vez que venía al Juzgado, y se sentaba y empezaba a contarme lo dura que había sido su vida, y yo le escuchaba atentamente, sabiendo que tal vez yo era la única persona con la que ese anciano podía conversar.

Solía traerme carne de membrillo hecha por el, y antes de marcharse siempre me pedía que, por favor, buscara a esa mujer y se la trajera de nuevo a su casa, que lo único que quería era su compañía.

Así pasaron muchos días, semanas y meses, en los que el anciano venía, simplemente, a hablar conmigo, sabiendo que no podía hacer nada más; bueno, sí que podía hacer algo: escucharlo. Pasó el tiempo, ascendí a Magistrado y me marché de Aguilar. No volví a saber nada más de ese anciano, pero su recuerdo nunca se me olvidará.

No fue, obviamente, mi mejor actuación judicial, pero seguramente fue una buena actuación humana que me llenó mucho como persona y que me recordó que una de las mejores cualidades que debe tener un buen Juez es la de saber escuchar.

Entrevista realizada por Eduardo López Causapé y Beatriz Muñoz Yangüela.