Manuel Torres Vela
Foto: MANUEL TORRES VELA

MANUEL TORRES VELA protagoniza con todos los honores la sección “Vitorinos” de este mes en nuestra página web. Histórico miembro de la Asociación Francisco de Vitoria, a la que pertenece desde 1997, desde la sección territorial de Andalucía ha dado lo mejor de sí mismo a este proyecto común que tenemos los vitorinos en defensa de una mejor calidad de la administración de justicia y de una mayor dignidad en el desempeño de la relevante función que tenemos encomendada como integrantes del Poder Judicial. Por ello, su nivel de compromiso asociativo ha sido el máximo desde un principio, no tardando en ser elegido miembro del Comité Nacional durante dos períodos consecutivos, entre 2001 y 2005, y siendo Portavoz Nacional entre 2003 y 2005.

Tal vocación de servicio a la Carrera Judicial le condujo a presentar su candidatura para el Consejo General del Poder Judicial, siendo elegido como vocal judicial en el año 2008 y permaneciendo en tal cargo hasta el año 2013. Durante ese tiempo, pese a no ser asociado en activo, jamás perdió el sello de identidad “vitorino” y compartió con sus compañeros de asociación todos los cursos, jornadas y asambleas anuales a los que le fue posible asistir. Nunca estuvo la Asociación Francisco de Vitoria tan bien informada de lo que sucedía en el Consejo General del Poder Judicial, y por supuesto, en cuanto cesó en el cargo de vocal le faltó tiempo para reingresar en la Asociación de forma plena.

Nacido en Pozo Alcón (Jaén) el 11 de diciembre de 1955, cursó los estudios de Bachillerato en Cazorla (Jaén) y los de Licenciatura de Derecho en Granada, estando fuertemente vinculado a estas localidades. Preparó las oposiciones para el ingreso en la Judicatura en Baza (Granada) y en Granada, e ingresó en la carrera judicial en el año 1980, siendo esta la única profesión que ha desarrollado.

Muchos han sido los destinos en los que ha desarrollado su actividad profesional. En la categoría de Juez tuvo destino en Estepa (Sevilla), en las Palmas de Gran Canaria (Juzgado de Distrito nº 5), en Roquetas de Mar (Almería), y en Úbeda (Jaén). Ascendido a la categoría de Magistrado en 1986, y tras su paso por el Juzgado de Primera Instancia nº 4 de Las Palmas de Gran Canaria, llegó a la ciudad en la que desarrollaría casi toda su ulterior actividad profesional: Málaga.

Allí fue titular del Juzgado de Instrucción nº 9, reconvertido en Juzgado de Lo Penal nº 1, y en 1989 fue elegido Juez Decano, siendo el primero en Málaga que estuvo liberado de funciones jurisdiccionales y que fue elegido por voto mayoritario de todos los jueces unipersonales de la ciudad. Tras su paso por el Decanato, en octubre de 1992 fue nombrado Presidente de la Audiencia Provincial de Málaga y de su Sección 1ª (Penal), cesando en 2003 y siendo nombrado Presidente de la Sección 4ª (Civil) de la Audiencia Provincial, cargo que ha desempeñado hasta la actualidad, con la excepción del período en que desempeñó el cargo de vocal judicial del Consejo General del Poder Judicial.

Esta amplia trayectoria y el buen hacer que ha presidido siempre su actividad han justificado ampliamente la concesión de la Cruz distinguida de segunda clase y la Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort. Además ha compaginado su actividad profesional como Juez con una importante actividad docente como profesor de la Escuela de Práctica Jurídica del Colegio de Abogados de Málaga y como profesor colaborador de la Cátedra de Derecho Procesal de la Facultad de Derecho de la Universidad de Málaga.

Casado desde el año 1985 con Elena Amate, tiene tres hijos. Gran aficionado a la lectura y al cine, y amante de los viajes, disfruta del tiempo libre paseando y, sobre todo, compartiendo una buena reunión con sus amigos.

Nuestra Asociación, afortunadamente, está creciendo mucho sobre todo entre quienes foman parte de las más recientes promociones. Pero si queremos que un árbol dé buenos y abundantes frutos debemos procurarle un sustrato firme y unas raíces profundas. MANUEL TORRES VELA es, sin duda, una de las raíces de la Asociación Francisco de Vitoria. Alguien a quien es necesario conocer para poder comprender parte de la historia y de la trayectoria de nuestra asociación, y sobre todo, alguien que todavía tiene muchísimo que aportar a la “familia vitorina”.

Es obligado añadir que ha intervenido de forma muy directa en la génesis y desarrollo posterior de las Jornadas de Derecho Enrique Ruiz Vadillo que se celebran en la Ciudad Autónoma de Melilla todos los meses de junio con la colaboración del Gobierno de la Ciudad Autónoma, de la UNED de Melilla, del Consejo General del Poder Judicial y de la Asociación Francisco de Vitoria. Este año tales jornadas celebran sus bodas de plata pudiendo presumir de ser más exitosas cada año. El esfuerzo y el tesón de MANUEL TORRES VELA han sido claves para mantener estas Jornadas, para dotarlas de calidad docente, y para permitir que muchos asociados de Francisco de Vitoria y muchos compañeros destinados en Andalucía, a través del servicio de formación territorial del Consejo General del Poder Judicial, hayamos podido asistir a tales Jornadas y conocer la hermosa ciudad de Melilla.

Por todo ello, es necesaria, además de muy merecida, la presencia de MANUEL TORRES VELA en nuestra página web, con la seguridad de que sus opiniones e impresiones van a tener el máximo interés, por lo que sin más dilación damos paso a la entrevista.

PREGUNTA: No perteneciste a ninguna asociación judicial durante muchos años desde tu ingreso en la Carrera Judicial. ¿Por qué motivo decidiste asociarte? ¿Y por qué a AJFV?

Después de observar cómo funcionaba el asociacionismo judicial, pensé que era el momento de implicarme directamente en lo que era y es su objetivo fundamental, en concreto la mejora de las condiciones profesionales de la carrera judicial y del servicio público de Justicia, lo que siempre sería más fácil hacerlo desde una Asociación judicial.

Ingresé en la AJFV porque de las tres existentes era la que gozaba de mayor autonomía e independencia, sin que se le identificara con ninguna fuerza política y porque el espíritu asambleario que la caracteriza permitía la participación de todos en la toma de decisiones. Asimismo, porque los compañeros con los que mejor me identificaba personal y profesionalmente pertenecían a la AJFV.

PREGUNTA: Llevas más de veinte años en Francisco de Vitoria por lo que, sin duda, tienes una visión privilegiada de la Asociación y de su evolución. ¿Crees que existe un “espíritu vitorino”? ¿Cómo lo definirías?

Llamémoslo o no “espíritu vitorino”, creo que lo que ha definido y caracteriza a los miembros de la AJFV es su afán por mejorar la situación de la carrera judicial y de la justicia en general desde una posición asamblearia, reivindicativa, autónoma e independiente.

PREGUNTA: ¿Cómo ves la situación actual de AJFV? ¿En qué hemos cambiado desde que llegaste a ella?

Soy optimista con el futuro que espera a la Asociación. El crecimiento rápido e importante que está experimentando en los últimos años le permitirá tener mayor capacidad de influencia para la consecución de los fines que le son propios. Creo que está viviendo un momento muy positivo.

El fuerte incremento de afiliación y la masiva incorporación de jueces de las últimas promociones está potenciando el espíritu inconformista y reivindicativo que ha caracterizado a la Asociación.

PREGUNTA: Estamos viviendo unos momentos especialmente convulsos en la Judicatura española. ¿Cuál es tu percepción de la situación actual de la Carrera Judicial? ¿Y de su evolución desde que perteneces a ella?

Quizás esté viviendo sus momentos más difíciles por la situación de abandono de que es objeto por parte del poder político en lo que se refiere a la dotación de medios materiales y personales necesarios para el desempeño de su actividad profesional y por la falta de apoyo y respeto que a veces merece el ejercicio de la función jurisdiccional por parte de las instituciones encargadas de velar por su defensa.

Desde que ingresé en la carrera en el año 1980, aunque siempre ha habido carencias de todo tipo que han dificultado la ya de por sí difícil tarea que nos corresponde, sin embargo son una realidad que se ha acentuado en los últimos años. A título de ejemplo, pese al alto incremento de la litigiosidad en todas las jurisdicciones, el incremento de la planta en los últimos años ha sido prácticamente inexistente.

PREGUNTA: ¿Existe un verdadero respeto a la independencia judicial? ¿Qué sería necesario para mejorasen los niveles de independencia judicial?

Desgraciadamente no. Es lamentable que cada vez más los jueces y magistrados reciban ataques a su independencia por parte de quienes tendrían que velar por ella que la menoscaban y que exceden en mucho el derecho de crítica de las resoluciones judiciales, sobre todo porque no siempre se produce una reacción rápida y contundente por parte de nuestro órgano de gobierno, que como es sabido tiene como una de sus finalidades  fundamentales su defensa y salvaguarda. Sin duda una adecuada respuesta por parte del CGPJ ante los ataques de que es objeto la independencia judicial y una contención por parte de los responsables políticos sería de gran ayuda para ello.

PREGUNTA: ¿Y qué sería necesario para que mejorase la percepción que los ciudadanos tienen de la independencia judicial?

Sin duda la imagen de politización que la ciudadanía tiene de la justicia se ve significativamente influenciada por el sistema de elección del CGPJ. Sería necesaria su modificación, así como saber transmitir a la sociedad, lo que no es fácil y no siempre se hace, que una cosa es el órgano del gobierno del Poder Judicial y otra sus jueces, que sinceramente creo que en su práctica totalidad son plenamente independientes en el ejercicio de la función judicial. También por supuesto la aproximación y apertura de los Juzgados a la sociedad, una correcta política de comunicación por parte de los órganos de gobierno sobre la actividad que desempeñamos y una mayor presencia e interrelación con otras asociaciones, colegios y profesiones jurídicas y con la sociedad en general.

PREGUNTA: ¿Qué reformas serían necesarias para mejorar la eficacia de la Administración de Justicia?

Poner en práctica las que han sido legislativamente aprobadas u otras mediante las necesarias reformas legales: implantación plena de la reforma de la Oficina Judicial; la plena, correcta y adecuada implantación de las nuevas tecnologías (expediente digital); implantación de los Tribunales de Instancia, y la modificación e incremento de la planta judicial, adecuándola a la de los países de nuestro entorno, para lo que es igualmente necesario el establecimiento de un sistema de cargas de trabajo, que también sería tenido en cuenta a los efectos de la salud laboral de jueces y magistrados,  y de otros aspectos relacionados con la función judicial y con el estatuto judicial (régimen disciplinario, sustituciones, comisiones de servicio, etc.)

PREGUNTA: ¿Cuáles son, en tu opinión, las medidas que, a nivel personal, asociativo, o de carrera en su conjunto, podrían adoptarse para conseguir de los restantes poderes públicos tales reformas para mejorar nuestras condiciones profesionales, nuestra independencia y los medios para desempeñar nuestra función?

Creo que la unidad asociativa, unida a la negociación permanente y a la reivindicación constante, son premisas necesarias e imprescindibles para conseguir o al menos mejorar nuestra situación profesional en todos sus ámbitos.

PREGUNTA: Nos hallamos en plena época de movilizaciones para reivindicar mejoras tanto salariales como de nuestro estatuto profesional, y para exigir medidas concretas para el fortalecimiento de la independencia judicial y para mejorar la calidad de la administración de justicia. ¿Te muestras conforme con las acciones que, hasta el momento, ha realizado o propone realizar AJFV? ¿O por el contrario piensas que son, bien insuficientes, bien exageradas?

Me parecen correctas, necesarias y proporcionadas a la situación que padecen en la actualidad la carrera judicial en particular y la justicia en general, y prueba de ello es el alto respaldo que están recibiendo.

PREGUNTA: Tras haber desempeñado durante muchos años tus funciones en la jurisdicción penal, pasaste a presidir una sección civil de Audiencia Provincial. ¿Fue duro el cambio al orden jurisdiccional civil después de mucho tiempo en el penal?

En un principio fue duro, pues el cambio a la jurisdicción civil después de 17 años ininterrumpidos en la jurisdicción penal me supuso un intenso periodo de reciclaje, sobre todo en materia procesal al haberse aprobado unos años antes la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil.

PREGUNTA: En muchos de tus destinos has desempeñado funciones gubernativas. Juez Decano, Presidente de la Audiencia Provincial, Presidente de Sección. ¿Han sido positivas estas experiencias? ¿En qué se han asemejado o en qué aspectos han diferido? ¿Crees que por lo general estamos preparados los jueces para desempeñar tales funciones o es necesaria alguna concreta aptitud o cierta preparación?

Todas fueron muy positivas, pues me han permitido conocer de primera mano y desde distintas perspectivas la situación de la Justicia en todos sus ámbitos. Así el contacto permanente con los compañeros, conociendo su problemática, que indudablemente difiere según su pertenencia a un órgano unipersonal o colegiado y a su ubicación en la capital o en los partidos judiciales de la provincia ha enriquecido mi experiencia profesional. Creo que aprender y conocer las técnicas de organización, gestión de personal y medios son en los tiempos actuales imprescindibles para los compañeros que pretenda desempeñar cargos gubernativos en la carrera judicial.

PREGUNTA: Tienes una de las experiencias asociativas más amplias dentro de Francisco de Vitoria. Miembro del Comité Nacional durante cuatro años, y los dos últimos como Portavoz Nacional. ¿Cómo recuerdas estas experiencias?

Guardo un grato recuerdo de aquella época, especialmente por el contacto fluido y permanente mantenido prácticamente con todos los compañeros que integrábamos la misma, que al margen de las ideas de cada uno me hizo conocer el espíritu y los ideales que caracterizan a esta Asociación y a sus miembros.

PREGUNTA: Y fuiste Portavoz Nacional teniendo tu destino profesional y tu residencia en Málaga, en una época anterior al AVE. ¿Cómo te organizabas para poder ejercer tal función con la eficacia que recordamos? ¿Crees, en cualquier caso, que resulta un hándicap ejercer la Portavocía desde fuera de Madrid? ¿Qué opinas sobre la tan demandada liberación del Portavoz Nacional de la Asociación?

Fundamentalmente viajaba en avión y, al estar destinado en Sección Civil, sin tener que celebrar prácticamente vistas orales, la condescendencia de los compañeros de Sala me permitió desplazarme a Madrid y a otros territorios cuando fue necesario. Sin duda es un hándicap residir fuera de Madrid, aunque al igual que sucede ahora se contaba con el apoyo permanente de los compañeros del Comité que estaban destinados en Madrid. En general no estoy de acuerdo con la liberación total de funciones jurisdiccionales de ningún cargo gubernativo o asociativo de la Carrera. Creo que una liberación parcial en la medida que se considere conveniente es suficiente.

PREGUNTA: Resulta ineludible hablar de tu paso por el Consejo General del Poder Judicial como vocal judicial. ¿Cómo viviste el proceso de candidatura y el nombramiento? ¿Transformó mucho tu vida y la de tu familia?

Con mucha ilusión primero, y con alegría después, ante las expectativas de aportar lo mejor de mí mismo en la mejora, transparencia y eficacia de nuestro órgano de gobierno. Sin duda, supuso un coste personal y familiar importante al tener que separarme de mi familia, que permaneció en Málaga, salvo los fines de semana que regresaba a casa.

PREGUNTA: ¿Cómo fue tu experiencia en el CGPJ? Resultaría de gran interés para muchos asociados que explicases en qué consistieron tus tareas en el órgano de gobierno. ¿Qué consideras que aportaste a la Carrera Judicial con el desempeño de tales tareas?

Positiva, aunque frustrante en algunos aspectos, pues muchas de las expectativas creadas no se cumplieron. Formé parte de muchas de las comisiones constituidas entonces (calificación, escuela judicial, inspección, foro de discapacidad, etc.) y fui vocal territorial de Andalucía y Extremadura. Pretendí que el Consejo se abriera a la sociedad y a la carrera judicial, que fuera más transparente y plural, que escuchara a los compañeros y les hiciera participes de sus decisiones y acuerdos, suplir, dentro de sus competencias, algunas carencias que no eran atendidas por otras administraciones (reconocimiento médico o seguro de responsabilidad civil), lo que evidentemente no siempre se consiguió.

PREGUNTA: El Consejo General del Poder Judicial nombrado en 2013 difiere en su estructura y funcionamiento del que tú formabas parte. ¿Cuál es tu opinión acerca de tal reforma? ¿Crees que el actual Consejo General del Poder Judicial es más o menos eficaz? ¿Y piensas que puede ser más fácilmente controlable por el poder ejecutivo?

Discrepo profundamente de la reforma operada, pues no es bueno ni positivo que se haya establecido una doble categoría de vocales, ni que se hayan concentrado en la Comisión Permanente la práctica totalidad de las funciones y competencias del Consejo, que difícilmente pueden ser asumidas y ejercitadas con la atención y estudio requeridos, ni su carácter presidencialista en detrimento de lo que le ha caracterizado siempre como órgano colegiado. Creo que la regulación actual le resta autonomía e independencia.

PREGUNTA: Al finalizar tu mandato en el Consejo General del Poder Judicial has regresado a tu actividad judicial anterior como Presidente de la Sección 4ª de la Audiencia Provincial de Málaga, y por supuesto a la Asociación Francisco de Vitoria. ¿Cómo fue el regreso? ¿Resultó difícil la readaptación? ¿Encontraste el mismo trato por tus compañeros que antes de ser vocal del CGPJ?

No me resultó difícil la readaptación, aunque es cierto que tuve que reciclarme durante unos meses. En ello influyó y ayudó la categoría humana y profesional de los compañeros de Sección de que formo parte. Los verdaderamente amigos y compañeros me trataron como siempre lo hicieron. Indudablemente no sucedió lo mismo con todos, lo cual tampoco me sorprendió, pues soy consciente que la toma de decisiones, en este caso desde el Consejo, no siempre satisface a todos.

PREGUNTA: Es necesario hablar de tu relación con las Jornadas de Derecho Ruiz Vadillo que se celebran todos los años en la Ciudad Autónoma de Melilla y en las que participa activamente la Asociación Francisco de Vitoria, máxime este año en que tales Jornadas celebran sus bodas de plata. ¿Cómo surgió la iniciativa? ¿Cuál ha sido tu contribución, tanto para su organización como para la participación de nuestra Asociación? ¿Te ha supuesto, y te sigue suponiendo, mucho trabajo colaborar en la organización de las Jornadas? ¿Y cuáles crees que son los ingredientes de su indiscutible éxito?

Al ser nombrado Presidente de la Audiencia Provincial de Málaga y visitar Melilla tuve la oportunidad de conocer, a través de nuestro compañero Enrique Peralta, entonces Juez Decano de la ciudad, a José Mejías, Secretario de Centro Asociado de la UNED, quien me propuso organizar unas Jornadas Jurídicas con carácter anual. Comenzamos en 1993 y desde entonces he sido su director. En 2005 siendo Portavoz Nacional de la Asociación propuse al Comité Nacional y a la UNED Melilla firmar un convenio de colaboración para que la Asociación participara anualmente en las mismas. Después de tantos años, salvo el actual, no me ha resultado complicado configurar el programa, teniendo en cuenta los criterios que nos marcamos desde el inicio, consistentes en que fueran jornadas multidisciplinares, que se trataran en ellas temas de actualidad doctrinal, legal o jurisprudencial y que intervinieran como ponentes fundamentalmente Magistrados del Tribunal Constitucional, Tribunal Supremo, u otras altas instituciones del Estado y catedráticos de universidad, todos especialistas en los temas a tratar.

PREGUNTA: Por último, y ante tu confesada afición a viajar, nos gustaría que nos recomendases algunos destinos de vacaciones, ya sean para descansar o para hacer turismo, y como regalo, te pedimos alguna buena recomendación para cuando visitemos las provincias a las que más unido estás: Jaén, Granada y Málaga.

Me apasiona el sudeste asiático y para descansar una buena playa en el Caribe. En Jaén, las ciudades de Úbeda y Baeza y el paraje natural de la Sierra de Cazorla. En Granada, la capital y para los amantes de la nieve, Sierra Nevada. Y en Málaga, la capital, cada vez más cuidada y bonita, los pueblos del interior (Ronda y Antequera merecen la pena) y para los amantes de la playa, cualquier municipio de la Costa del Sol.

 

Entrevista realizada por Eduardo López Causapé y Beatriz Muñoz Yangüela