GRACIAS
Reconozco que el concepto Tiempo, me fascina y asombra.
Era ayer, era en Bilbao, cuando por el mandato mayoritario de la Asamblea asumí el comprometido reto de representaros como Portavoz Nacional. Hoy, ahora, como si el tiempo volase silencioso, en este momento, han transcurrido dos años de aquella tarde junto a la Ría del Nervión en la que sin apenas pausa entre acontecimientos, pronuncié mis primeras palabras en vuestro nombre.
No voy en estas líneas, a aburriros con datos ni con cifras, no es éste el lugar ni el momento de una dación de cuentas. Sí, me gustaría sin embargo resaltar que por circunstancias históricas, el Comité del que me ha honrado formar parte, se ha encontrado con situaciones excepcionales en el devenir de los últimos tiempos en España. Durante más de un año, sólo hubo Gobierno en funciones y cuando al final se constituyó, la fragmentación parlamentaria, incluidas divisiones internas de Partidos relevantes, determinaron la dificultad máxima para poder obtener lo que entendemos como justas pretensiones. A lo anterior, hay que añadir, los graves sucesos acaecidos en Cataluña. Sucesos de tal magnitud, que los propios Historiadores califican como una de las crisis más graves del Estado en muchas décadas. Ahora bien, en la dificultad. En los retos, es cuando se forjan las Voluntades auténticas. Los “Vitorinos” sabemos algo de eso. Pues bien, desde hace dos años, nuestra Asociación ha superado obstáculos. Se ha mostrado como “aglutinadora” de la unidad Judicial. Ha logrado superar divergencias seculares que a todos nos perjudicaban. Francisco de Vitoria, ha conseguido por primera vez, conciliar los deseos y pretensiones estrictamente judiciales. Hemos abanderado una nueva época dentro de la Carrera. Hemos quedado fuera de juego a los interesados, a los “particularistas”, a los “pelotas”, a quienes pretenden únicamente su interés privado. Nuestra Asociación ha cambiado los esquemas de juego y eso ha puesto nervioso a aquellos que no nos interesan y que nos controlaban. Hemos actuado bien. Lo más ingrato de una obra, es la colocación de los cimientos. Se han instalado y se ha hecho sobre tierra firme. De manera sólida. Pensando en los que vienen y con respeto a los que han estado. Todos somos Jueces. El Consejo, el Ministerio, los Partidos. No nos miran por encima del hombro, ni nos dan la razón como a quien no la tiene. Ni se les ocurra. Eso ha cambiado. De Verdad, creedme. Sé que habrá muchos escépticos….Nadie se ha atrevido a tratarnos de manera altiva. Con respeto, pero nadie ha podido reprender nuestras actuaciones, ni dirigirnos, ni moldearnos. Sabemos lo que queremos. No somos más, pero tampoco menos que otros Poderes.
Nada de complejos, ni de iras absurdas. Eso se ha acabado.
¡Pero si en realidad, no se ha conseguido nada! Dicen algunos …Pues aparentemente no, pero los frutos se recogerán casi inmediatamente. Los acontecimientos ocurridos en nuestra querida Cataluña, han desviado de manera lógica, las múltiples actuaciones habidas entre Jueces y otros Poderes. Han retrasado nuestros asuntos, pero seguro recalarán cuando las aguas vuelvan a su cauce sosegado.
Han pasado dos años y muchas cosas han cambiado y evolucionado asociativamente.
Me siento honrado de trabajar junto a Vosotros. Me siento orgulloso de compartir e intentar solventar problemas comunes y particulares. Me siento encantado del múltiple apoyo, anónimo en ocasiones, de compañeros que han trabajado y aportado ideas para hacernos más fácil nuestra dificultosa función. He sido un privilegiado por poder acercarme a personas tan grandes como muchos de los que he conocido. A Mujeres y Hombres Vitorinos que me han enseñado miles de cosas en este camino llamado Vida.
Me despido, con escuetos párrafos de agradecimiento.
Gracias a los miembros el Comité por Todo. Gracias a quienes saben que han hecho más grande nuestra Asociación. Gracias a quienes se han mostrado humanos y han prestado ayuda a quienes en momentos difíciles lo han necesitado. Gracias a aquellos que nos han abandonado para siempre. A quienes finalizan su vida profesional. A quienes creen con fuerza en nuestros principios. A quienes han colaborado y confiado. A Cristina y Alicia. A Carlos. Gracias a los más de cien Asociados que en estos dos años se han apuntado a esta travesía, en este barco que navega con rumbo cierto.
Gracias de corazón. El trabajo lo ha merecido. He sido un privilegiado.
Gracias Familia.
Raimundo Prado Bernabéu
Portavoz Nacional AJFV
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