
Foto: Carlos Granados en la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo.
Carlos Granados Pérez (Melilla, octubre 1943), Magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, tiene el honor de ser uno de los fundadores de la Asociación de Jueces Francisco de Vitoria, que vio la luz en 1984. Su merecida fama de Magistrado Independiente le valió el aval para ser nombrado Fiscal General del Estado el 3 de junio de 1994, siendo el también Magistrado Juan Alberto Belloch, Ministro de Justicia de España. Ostentó el cargo de Fiscal General del Estado y de Miembro Nato del Consejo de Estado hasta el 9 de septiembre de 1996.
Hijo de Magistrado, accedió a la Carrera Judicial por oposición libre en el año 1970. Su primer destino fue el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Pola de Laviana (Asturias). Ocupó también destino en Chiclana de la Frontera (Cádiz) hasta que en 1980 ascendió a Magistrado en el Juzgado de Instrucción nº 1 de Pamplona. Concursó poco después a Madrid, donde ocupó plaza en el Juzgado de Instrucción nº 10 para posteriormente tomar posesión de la Presidencia de la Sección 2ª de la Audiencia Provincial de Madrid. En 1989 fue designado Magistrado del Gabinete Técnico del Tribunal Supremo desde donde ascendió a la plaza de Magistrado de la Sala Segunda del Alto Tribunal en 1992; plaza en la que permanece hasta la actualidad y compatibiliza con la Presidencia de la Junta Electoral Central, Presidencia de la que fue nombrado en julio de 2012.
Quienes le conocen coinciden en destacar su alta calidad humana, su cercanía, su empatía y entusiasmo. Miembro activo de esta Asociación, acude con regularidad a cuantos actos asociativos es convocado, no siempre como ponente o como invitado, sino como un asociado más. Ha formado parte en varias ocasiones del Comité de Coordinación Nacional y ostentado el cargo de portavoz de la Asociación.
PREGUNTA: Carlos ¿qué os llevó a ti a tus compañeros a fundar la Asociación de Jueces y Magistrados Francisco de Vitoria?
CARLOS GRANADOS: Inicialmente existía una sola Asociación de Jueces y Magistrados llamada Asociación Profesional de la Magistratura y dentro de esa única Asociación surgieron corrientes de opinión que defendían postulados distintos de la opinión mayoritaria que representaba un ideario muy conservador de la sociedad y del papel que correspondía a los jueces en un estado democrático. Fue en enero de 1984 cuando se creó una corriente organizada en el seno de la Asociación Profesional de la Magistratura que se llamó “Francisco de Vitoria”. Llegó un momento en el que quienes dirigían esa única asociación propusieron y consiguieron aprobar en un Congreso unas conclusiones que restringían y casi impedían que las corrientes organizadas tuvieran cauces de expresión, hasta el extremo de que cuando se propusieron los nombres para el Consejo General del Poder Judicial, quienes ostentaban la opinión mayoritaria y más conservadora, se dividieron para proponer dos listas y con ello copar todos los puestos con candidatos más próximos al ideario de la Dirección y evitar que hubiera representación de las corrientes que tenían otra concepción de lo que debía ser una asociación de jueces.
Todo ello determinó que en ese mismo año 1984 nos diéramos de baja de esa única asociación bastantes compañeros que estábamos integrados en esas corrientes y surgieron dos nuevas asociaciones, una “Jueces para la democracia” y otra la “Asociación de Jueces y Magistrados Francisco de Vitoria”, que inició su andadura el 10 de mayo de 1984.
Es bien expresivo de las razones que generaron la creación de la asociación judicial “Francisco de Vitoria” el primer párrafo del comunicado inicial de su constitución en el que se dice lo siguiente:
«”Desde abajo y desde el considerando”, a finales de 1983, un grupo de Jueces conscientes del desfase existente entre la sociedad española y el Poder Judicial comienza una andadura que cristaliza, primero el 10 de enero de 1984, referencia del nacimiento de “Francisco de Vitoria”, con la pretensión de crear una corriente organizada en el seno de la Asociación Profesional de la Magistratura. Sin embargo, siendo las conclusiones del IV Congreso de la A.P.M. contrarias a la pretensión pluralista y, por ende, ajenas a la realidad social y del colectivo judicial. “Francisco de Vitoria” se emancipa de la Asociación matriz y transforma su proyecto originario de corriente por el de creación de una nueva Asociación».
PREGUNTA: ¿Cómo definirías la AJFV?
CARLOS GRANADOS: Creo esencial que quienes estamos integrados en la AJFV hemos sabido mantener el espíritu que define a nuestra Asociación desde su inicio que no ha sido otro, como se indicaba en su manifiesto inicial, que la plena inserción del Poder Judicial en la sociedad española; el servicio a los ciudadanos como valor al que deben subordinarse la perfección y la reforma del aparato judicial; la modernización efectiva de los medios; y el pluralismo y la independencia frente a cualquier opción política.
PREGUNTA: ¿Crees que existe el “espíritu vitorino”? ¿En qué consiste?
CARLOS GRANADOS: Existe y a él me he referido al dar respuesta a la anterior pregunta. Espíritu del que nos podemos sentir orgullosos.
PREGUNTA: ¿Qué recuerdas de tu etapa en el Comité Nacional?
CARLOS GRANADOS: Tuve el honor de pertenecer al Comité Nacional en sus orígenes y posteriormente fui Portavoz de la Asociación. La entrega, el entusiasmo, la voluntad de servir mejor a los ciudadanos y sobre todo la defensa a ultranza de la independencia judicial que nos transmitían los compañeros de la Asociación hacía más llevadero el esfuerzo que había que hacer para compatibilizar la dirección de la Asociación con nuestro trabajo de Juez. Quiero expresar mi reconocimiento a todas/os las/los compañeras y compañeros que han pertenecido y pertenecen al Comité Nacional así como a los Comités Territoriales que tan generosamente dedican su esfuerzo en defensa del resto de las/los compañeras/os y de una mejor justicia.
PREGUNTA: ¿Cómo ves el asociacionismo judicial en España?
CARLOS GRANADOS: Siempre he defendido el asociacionismo judicial como uno de los cauces que permiten fortalecer la relación entre las/ los jueces y sobre todo mejorar nuestra importante misión en defensa de los derechos de los ciudadanos. Lamento que no todas las asociaciones sepan mantener, como sí lo hace “Francisco de Vitoria”, su independencia frente a cualquier opción política.
PREGUNTA: ¿Cómo ves a AJFV en la actualidad?
CARLOS GRANADOS: Veo una Asociación con mucha gente joven, en constante aumento, que sabe mantener los principios “viejos” que siempre nos han inspirado. Tiene buena salud y confío en que seguirá así en el futuro.
PREGUNTA: ¿Cuál es tu percepción de la situación de la Carrera Judicial en España?
CARLOS GRANADOS: Nos podemos sentir orgullosos de la labor que vienen desarrollando las/los Jueces en España con una independencia muy superior a la que se observa en los medios de comunicación, y haciendo frente con su esfuerzo, lo que no es nada fácil, a una falta de medios tanto humanos como materiales.
PREGUNTA: ¿Qué consideras imprescindible para obtener un mayor grado de independencia judicial en España?
CARLOS GRANADOS: Que los doce miembros del Consejo General del Poder Judicial designados “entre Jueces y Magistrados” sean realmente nombrados por sus compañeras/os y que en esa designación se siga un sistema proporcional que permita la representación de todas las opiniones y sensibilidades. E insistir en la necesidad de incrementar los medios humanos y materiales.
Estamos en redes sociales