
ENRIQUE PERALTA
Esta sección de entrevistas denominada “Vitorinos” tiene vocación de ser un escaparate del amplio y diverso grupo de mujeres y hombres que integramos la Asociación Judicial Francisco de Vitoria. Nuestra Asociación tiene en su ADN la defensa de la independencia judicial y de la dignidad profesional de los jueces, pero también el pluralismo ideológico de sus miembros y el absoluto respeto a sus circunstancias personales y profesionales. Esa tolerancia que siempre ha caracterizado a nuestra Asociación y que ha logrado integrar a más de ochocientas personas de muy diferentes maneras de pensar y vivir, genera la confianza necesaria para que muchos vitorinos nos cuenten sus experiencias y nos expresen lo que sienten y viven en su día a día como profesionales, pero sobre todo como seres humanos. Por eso esta sección de entrevistas tiene la finalidad última de convertirse en una celebración para quien, con todo merecimiento, la protagoniza cada mes.
Si el mes pasado tuvimos el placer de entrevistar a Jennifer Rocío Álamo, representativa de una generación de mujeres jóvenes que han accedido recientemente a la Judicatura, de marcada personalidad y de fuerte compromiso profesional y asociativo, este mes cambiamos de tercio para hablar con un hombre que tiene muchos años de profesión a la espalda, y a quien sin duda podemos calificar como una institución en la Asociación Francisco de Vitoria. ENRIQUE PERALTA, uno de los grandes.
Quienes ya llevamos algunos trienios en Francisco de Vitoria y hemos tenido la suerte de tratar con Enrique hemos descubierto a un hombre afable y cercano, muy cariñoso y atento con quienes lo rodean, con un sentido del humor eminentemente andaluz que desdramatiza e impregna de alegría cualquier situación por apurada que sea. Pero por encima de todo, hemos conocido a un profesional serio y riguroso, comprometido con la Asociación y con los valores que esta defiende. Valiente, sin miedo a asumir retos y con vocación de ayudar desinteresadamente a los compañeros. Un ser humano excelente.
ENRIQUE JOSÉ PERALTA PRIETO, nacido en Jaén el 13 de marzo de 1959, vivió en esa ciudad con su familia hasta que comenzó la carrera de Derecho en la Universidad de Granada, ciudad a la que se desplazó entre los años 1976 y 1981. Una vez obtenida la licenciatura llegó a ejercer como abogado en el segundo semestre de 1981 y en 1982 en la ciudad de Sevilla, pero en 1983 decidió regresar a Jaén para preparar allí las oposiciones de ingreso en la Carrera Judicial, las cuales aprobó en 1984. A partir de ahí, todo se sucedió de forma vertiginosa, ya que ingresó en la Escuela Judicial de Madrid en diciembre de ese mismo año como integrante de la Promoción 31, y solo cuatro meses después ya fue destinado al Juzgado de Distrito de Úbeda (Jaén) como juez de ingreso, pasando a ser juez de ascenso solo un mes después, con destino en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 2 de Elda (Alicante).
Tras un año y medio en tierras alicantinas, como la tierra y los olivos tiraban mucho, regresó a Úbeda, concretamente al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción entonces Único y hoy nº1, plaza que dejaba Manuel Torres Vela, ilustre vitorino que ha protagonizado esta sección con anterioridad. En septiembre de 1988 ascendió a la categoría de Magistrado con destino en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 4 de Almería. Cuestiones familiares determinaron a partir de ese momento sus sucesivos destinos profesionales en el Juzgado de Lo Penal nº2 de Cádiz (1989-1991), en el Juzgado de Lo Penal nº1 de Melilla (1991-1995), hasta que llegó a ciudad de Málaga en diciembre de 1995 ocupando plaza como Magistrado de la Sección Primera Penal de la Audiencia Provincial hasta 2009, y como Presidente de la Sección Novena Penal de la Audiencia Provincial donde actualmente continúa. Antes de ejercer la Presidencia de esta Sección de Audiencia Provincial tuvo experiencia en las funciones gubernativas como Juez Decano de Elda, de Úbeda, de Almería y de Melilla.
Pero la actividad profesional de Enrique Peralta no se ha limitado a la estricta función de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado. Además del ejercicio de la abogacía durante un año y medio, ha sido profesor de Derecho Procesal en la UNED, tanto en Almería como en Melilla, y también profesor asociado en la Universidad de Málaga, en la Cátedra de Derecho Penal con el profesor Díez Ripollés. Esta intensa actividad docente la ha completado impartiendo clases en la Academia de la Policía Local de Málaga, así como en la Policía Nacional y en diversos Colegios de Abogados. Sin duda, uno de los logros que más lo han satisfecho ha sido la participación, como Juez Decano de Melilla y profesor de la UNED, y junto a Manuel Torres Vela, en la creación y organización de las Jornadas Jurídicas Ruiz Vadillo de Melilla que continúan celebrándose en la actualidad con gran participación de la Asociación Francisco de Vitoria. Esta intensa actividad profesional dentro y fuera de los Tribunales explica sobradamente que tenga concedida la Cruz de San Raimundo de Segunda Categoría.
Enrique nos dice que no recuerda cuándo se dio de alta en Francisco de Vitoria, que cree que ya nació “vitorino”. Lo que sí recuerda es que fue José Luis López Fuentes, el Califa, quien lo acercó a la Asociación, y también recuerda como en su primera Asamblea, el admirado e ilustre Carlos Granados le dijo que parecía “vitorino de toda la vida” por algún comentario que realizó. Ya nos gustaría saber cuál fue el comentario. En cualquier caso, este vitorino de raza es un asociado activo y comprometido. Durante tres años fue Portavoz Territorial de la Sección de Andalucía en la que siempre ha estado integrado, y durante cuatro años fue miembro del Comité Nacional donde coincidió con compañeros a los que no escatima halagos (Luis Pastor, Ramón Rodríguez Jackson, Juan Carlos González, José Luis González Armengol, Joaquín González Casso, Paco Pleite, etc.)
Pero lo más importante para Enrique Peralta es su vida familiar. Casado y con tres hijos, reconoce que no tiene especiales aficiones y que centra su tiempo en estar con Elena y con sus hijos. Siempre ha tenido perro, y actualmente tiene a Odín, confesándose amante de los perros, así como aficionado a los deportes en general. Presume con orgullo de tener un hijo que ha sido nadador olímpico en Río 2016.
Y nosotros presumimos de tener un compañero tan querido y una persona tan entrañable en nuestra Asociación y, en este momento, en nuestra sección de entrevistas, a la que accede con todo el merecimiento y con todo nuestro agradecimiento. Esperamos que disfrutéis leyendo la entrevista, al menos tanto como nosotros preparándola.
PREGUNTA: ¿Podrías definir en no más de tres líneas a la Asociación Francisco de Vitoria?
Se podría decir que es una unión de Jueces para hacerse mas fuertes en su lucha por defender a los ciudadanos frente a cualquier abuso de poder, ya sea de Entes Públicos, Privados, Económicos, Sociales, etc… garantizando la libertad, la igualdad y el Estado de Derecho.
PREGUNTA: En una asociación tan numerosa, ¿qué es lo que nos une a los vitorinos? ¿Existe un “espíritu vitorino”?
Como he dicho, la esencia de la unión es la defensa del justiciable, la defensa del Estado de Derecho, de la igualdad ante la Ley, de la libertad en todos sus esferas, y ello se realiza desde el debate, la discusión, el análisis de la situación actual, las propuestas de futuro, la petición de reformas y también desde la defensa de la situación profesional que garantiza la independencia, no solo ideológica sino también política o económica; nos une la defensa del ciudadano y ello defendiendo la independencia de la Justicia.
No sé si existe un «espíritu vitorino». Lo que sí sé es que existe un espíritu que tienen «todos» los vitorinos (no es exclusivo de ellos, pero sí está en el ADN de los asociados, – lo tienen también otros compañeros que deberían asociarse-) y es la defensa (hasta numantina) de la independencia judicial, de la no vinculación política con nadie, de la libertad de expresión, de la representación directa y personal y no por delegación, todo ello desde un ambiente cordial, de amistad, con buen humor, sin altercados ni enfados. Ese saber debatir, esa libertad de exponer, esa conciliación de formar…, eso es lo que para mí podría ser el espíritu vitorino.
PREGUNTA: Hace ya muchos años que eres “vitorino”. ¿En qué ha cambiado la Asociación desde que estás en ella? ¿Cuáles son los aspectos más positivos de esta evolución? ¿Hemos perdido algo por el camino?
Lógicamente han cambiado muchas cosas, pero lo esencial permanece. Ahora es mas difícil el contacto personal entre nosotros, el conocernos directamente. Por el contrario, la comunicación por redes sociales, por wasap, etc. ayuda a saber de todos nosotros y es algo bueno para la Asociación. Ahora los debates son más extensos, hay más opiniones y más diversidad de argumentos lo que dificulta los acuerdos que cada vez son menos concretos y a veces son demasiado extensos – lo bueno si breve dos veces bueno – pero no creo que se haya perdido nada en el camino. Se ha cambiado el recorrido, pero la evolución es necesaria y debe ser acogida con esperanza de mejora. Creo que en ello estamos.
PREGUNTA: En los últimos años nuestra Asociación ha incrementado su presencia en los medios de comunicación, principalmente en las redes sociales. ¿Cuál es tu valoración?
Creo que estar en la sociedad, no vivir en una urna de cristal aislado del mundo, es bueno. Además es necesario que los ciudadanos conozcan a sus jueces (en abstracto, en la entidad de lo que son), que sepan que vivimos en la casa de al lado y que tenemos los mismos orígenes, necesidades e inquietudes que los demás. Por ello la presencia en los medios de comunicación, de forma ponderada y moderada, como se viene realizando, es necesaria a día de hoy.
PREGUNTA: ¿Cómo percibes la situación actual de la Carrera Judicial? ¿Estamos mejor o peor que cuando ingresaste en la misma?
Ahora tenemos cosas mejores que cuando ingresé, y otras lamentablemente peores. Pero, insisto, la evolución es necesaria y la adaptación a ella también.
Hemos mejorado en cuanto a medios de trabajo, en comunicación con los compañeros, en situaciones de colaboración (antes la soledad era dañina y perjudicial). Pero hemos perdido en consideración social, en estimación del justiciable, en respeto profesional, aunque creo que este se ganará poco a poco, acto a acto, resolución a resolución, y lo recuperaremos en breve tiempo porque somos un colectivo, serio, responsable, trabajador y sobre todo imparcial.
No sé, pero como buen “vitorino” soy un tanto quijotesco y creo en la evolución para mejorar.
PREGUNTA: ¿Cuáles son, en tu opinión, los principales retos a los que se enfrenta la Judicatura? ¿Y los mayores peligros?
El mayor reto de la Judicatura creo que es, ha sido y será la defensa de la independencia en todos sus ámbitos, personal, profesional, económico y de estructura organizativa, pues solo siendo independientes, estando por encima de cualquier clase de presión, ya sea mediática, política, social o económica, se puede garantizar la aplicación de la Ley con libertad e igualdad.
El mayor peligro es seguir con la vinculación existente con entidades políticas y partidistas (sobre todo en la esfera de nombramientos de altos cargos en la Carrera) pues de esta forma se desprestigia la labor de los miembros de la Judicatura, que queda dañada ante esa apariencia, que puede no ser real, de vinculación con intereses políticos. Es ese a mi juicio el mayor peligro actual.
PREGUNTA: ¿Qué medidas debemos tomar, tanto a nivel individual como asociativo, para lograr un justo reconocimiento a la labor que desempeñamos y un mayor respeto a nuestra independencia?
Ojalá pudiera dar una respuesta a esta cuestión… No sé, quizá a nivel personal trabajar, motivar, razonar, explicar, realizar nuestro trabajo con libertad e independencia y tratar de conectar con los ciudadanos. A nivel asociativo, «participar», ser actores en reclamaciones, en regular nuestra situación, en defender nuestras necesidades, en pedir las mejoras imprescindibles (pues no en vano actuamos en pro del justiciable), en acudir a las plazas que se convoquen, en acudir a las elecciones (Salas de Gobierno y ojalá algún día Consejo General del Poder Judicial) y ello pese a saber, quijotescamente, que no vamos a ganar. Pero haremos que nos oigan y que los que resuelvan sean responsables de sus decisiones. Además de ello, debemos seguir denunciando los abusos que se produzcan y solicitar que se justifiquen los acuerdos de forma bastante. Soy, desde siempre, partidario de participar (será por espíritu olímpico familiar).
PREGUNTA: Has desarrollado tu actividad jurisdiccional, principalmente, en el orden penal. ¿Qué retos aguardan a este orden jurisdiccional y cuáles son sus principales necesidades? ¿Crees que existe una cierta instrumentalización del derecho penal por parte de los políticos, medios de comunicación, etc.?
En el orden jurisdiccional penal, el que siempre he ejercido y en el que estoy en exclusiva desde el año 1989 -toda una vida-, parece que, afortunadamente, se consolida la doble instancia, que era una necesidad evidente. Ya existían múltiples condenas al Estado Español por su ausencia real y efectiva. Junto a ello se requiere una mayor dotación de medios personales (entre ellos, jueces) y materiales para evitar retrasos que en esta jurisdicción son muy dañinos.
Sobre todo se necesita una especialización real y efectiva. No es admisible que las partes (el Ministerio Fiscal, por ejemplo) tengan especialistas en múltiples materias, como medio ambiente, seguridad vial, delitos económicos, anticorrupción, etc., pero luego esas causas se terminen resolviendo por Tribunales no especializados. Es como, si tras un infarto, la decisión de qué intervención se debe de hacer le correspondiese tomarla al médico de cabecera, tras oír a cardiólogos y hematólogos. Esta situación solo se produce en la Carrera Judicial y debe ser corregida.
También sería deseable una reforma legislativa, del Código Penal y especialmente de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que ya me cuesta creer que algún día se produzca, ya que ¡llevo toda la vida esperándola!. Tal reforma legislativa debería regular al menos de forma correcta la conformidad ya que evitaría gastos cuantiosos en lo económico y reduciría el tiempo de resolución. Quizá se podía usar la vía de una atenuante tipo confesión o resarcimiento del daño, o bien una rebaja de pena como la existente en las Diligencias Urgentes que se produjese antes del señalamiento de vista oral, evitando la misma, lo que redundaría en beneficio del ciudadano, no causando perjuicios a testigos y peritos, y no entorpeciendo la dedicación de los agentes policiales.
En la sociedad actual donde las noticias que tienen calado social parece que sean principalmente las relacionadas con el Derecho Penal, existe una indebida y excesiva instrumentalización del mismo, tanto por los medios de comunicación como por los políticos. Se trata de un abuso intolerable que espero que se corrija en breve, y ese debería ser unos de los objetivos del nuevo Consejo General del Poder Judicial. La instrumentalización política de la Justicia Penal es un peligro para todos y también para los propios políticos. La Justicia Penal, una vez está en marcha, no se detiene por antojo o deseo de nadie. Eso se llama independencia y es lo que defendemos desde esta Asociación.
PREGUNTA: A lo largo de tu carrera has desempeñado cargos con un marcado carácter gubernativo (Decanato, Presidencia de Sección). ¿Cuáles son los principales problemas a los que se enfrentan el Juez cuando debe desempeñar estos cargos? ¿Crees que estamos suficientemente preparados para asumir estos retos? ¿Qué habilidades deben desarrollarse para realizar con éxito estas funciones?
Para el desempeño de cargos gubernativos en la Carrera Judicial, creo que solo se requiere buena fe, voluntad de trabajo, comunicación con los compañeros, ser uno más “inter pares”, y mucha paciencia y diálogo.
PREGUNTA: Fuiste junto a Manolo Torres Vela uno de los pioneros de las Jornadas de Derecho Ruiz Vadillo de Melilla. ¿Cómo se gestó una actividad que tantos frutos ha dado? ¿Cuál crees que es la razón de su éxito?
Las Jornadas Ruiz Vadillo nacieron cuando estaba celebrando en Melilla juicios la Audiencia Provincial de Málaga que entonces presidía Manuel Torres Vela. Tras una cena, tomando una copa (acto muy vitorino) con él y con el Secretario de la UNED, Pepe Mejías, lo hablamos, y salió adelante. El motivo del éxito no es otro que la situación de relajación, de paz, de ambiente de amistad, de intención de pasarlo bien y de disfrutar de la ciudad, de estar entre amigos. Sí, es una reunión de AMIGOS que hablan de Derecho y de la Judicatura de forma relajada. Esa es la base de su éxito, y cómo no, el trabajo permanente de su Director.
PREGUNTA: Melilla, esa ciudad que añoramos quienes hemos tenido la suerte de conocerla. ¿Cómo convencerías a quien no la conoce para esa primera visita? ¿Cuáles son tus recomendaciones para convertir ese viaje en inolvidable?
Le hablaría de la mezcla de una ciudad con fortín amurallado y edificios de aire modernista, donde se juntan cuatro culturas conviviendo desde hace siglos (cristianos, musulmanes, hindúes y judíos). Una ciudad bañada en sol y mar, donde disfrutar de buena mesa, de buen beber, de buen clima, de buena playa, en fin…, qué más se puede decir.
PREGUNTA: Actualmente vives en Málaga. Por eso, para despedir la entrevista, nos gustaría que sugirieses a los lectores lugares para visitar en la ciudad o en la provincia, sitios para disfrutar de una buena comida o de una buena velada, en fin, algún secreto que podamos compartir cuando visitemos ese rincón del Sur.
Málaga es una ciudad que lo tiene todo. Vale para ella lo que acabo de decir de Melilla, pero además os recomiendo que veáis su Catedral renacentista, conocida como “La Manquita” por faltarle una torre. Debéis visitar la Alcazaba, el Teatro Romano, el puerto, así como sus jardines y parques. Imprescindibles sus museos (Picasso, Thyssen, Centro de Arte Contemporáneo, Palacio de la Aduana, etc.) Y, por supuesto, comer en cualquier chiringuito o por el centro, en sitios como el Refrectorium, el Rescoldo, el Trillo, etc. Cualquier sitio en general es bueno. Y, de tener tiempo, acudir a ciudades como Ronda y Antequera. En fin, lo importante es venir a disfrutar de forma relajada. Y aquí os espero, enviando a todas/os un fuerte abrazo.
Entrevista realizada por Eduardo López Causapé y Beatriz Muñoz Yangüela.
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