
Foto: MARÍA ISABEL DOMÍNGUEZ ÁLVAREZ

Foto: MIGUEL ÁNGEL RUIZ LAZAGA
No es ningún secreto para quienes formamos parte de Francisco de Vitoria que esta Asociación se nutre de trabajadores infatigables, con gran preparación jurídica, siempre comprometidos y dispuestos a luchar por los derechos de nuestro colectivo profesional.
Mabel y Miguel Ángel son vitorinos hasta la médula, y comparten todas las características antes indicadas. Pero a ellas se añade otra, quizá la más importante: ambos son muy buenas personas.
Su fino sentido del humor, sus maneras y su buen carácter, tan dulce, tan luminoso como la tierra gaditana donde viven, hacen que estar en su compañía sea un auténtico placer. Como también va a ser muy gratificante conocer algo más sobre ellos.
MARÍA ISABEL DOMÍNGUEZ ÁLVAREZ nació bajo el signo de Tauro un 2 de mayo de 1961 en la gallega ciudad de El Ferrol, aunque a los pocos meses destinaron a su padre, marino de la Armada, a San Fernando (Cádiz) donde pasó toda su infancia y juventud. Segunda de tres hermanos, la profesión de su padre hizo que se viera privada de su presencia durante largas temporadas, lo que otorgó prevalencia a la figura materna en casi todas las facetas.
Estudió en el colegio de monjas de la Compañía de María de San Fernando, donde destacó por sus excelentes notas y sus dotes como base en el equipo de baloncesto del que era indiscutible titular por su atinado tiro a cesta.
Licenciada en Derecho por la Facultad de Jerez de la Frontera, obtuvo el premio fin de carrera como mejor expediente académico de su promoción. Por vocación preparó oposiciones a Judicatura de la mano del prestigioso Magistrado ya jubilado D. Juan del Río Guilarte, a quien siempre ha reconocido como su padre jurídico. Aprobó las oposiciones en el año 1987 formando parte de la 33ª promoción, siendo su primer destino el Juzgado de Distrito de Arucas (Las Palmas de Gran Canarias). El resto de su vida profesional se ha desarrollado en la provincia de Cádiz. Así ha sido titular del Juzgado de Distrito de Sanlúcar de Barrameda, del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 2 de Jerez de la Frontera, del Juzgado de Lo Penal nº 2 de Jerez de la Frontera, del Juzgado de Lo Penal nº 2 de Cádiz, y finalmente ha pasado a formar parte de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Cádiz, de la que es Presidenta desde hace 7 años.
MIGUEL ÁNGEL RUIZ LAZAGA nació bajo el signo de Sagitario un 11 de diciembre de 1961, en la ciudad de Cartagena (Murcia), aunque la profesión de su padre, Infante de Marina, dio lugar a que con pocos meses fuese a vivir a Marín (Pontevedra), y que a los 6 años se trasladase a San Fernando (Cádiz), donde pasó el resto de su infancia y adolescencia .
Mayor de cuatro hermanos, reconoce como referentes de su formación personal en sus primeros años a su madre y a su abuela materna, con las que siempre tuvo una relación muy especial, y que dieron una fuerte impronta femenina a esa etapa de su vida.
En Marín estudió en el colegio religioso de Las Discípulas de Jesús y en San Fernando lo hizo en colegios seglares y públicos. Obtuvo la licenciatura en Derecho Público por la Universidad de Sevilla.
Sin una vocación definida, fue decisiva la influencia de Mabel para que optase por preparar las oposiciones a Judicatura, las cuales aprobó en 1989, siendo su primer destino el Juzgado de Distrito de Lebrija (Sevilla). El resto de su carrera profesional se ha desarrollado en la provincia de Cádiz. Así ha sido titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 2 de Sanlúcar de Barrameda, del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 6 de Algeciras, del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 3 de Jerez de la Frontera, y del Juzgado de Lo Penal nº 3 de Cádiz (donde ocupó la plaza que había dejado vacante su preparador, lo que le permitió tener una formación extra al poder estudiar en profundidad sus resoluciones al tiempo que las ejecutaba). Tras 14 años en ese Juzgado concursó a la Audiencia Provincial de Cádiz donde en la actualidad forma parte de la Sección Tercera, especializada en Violencia de Género.
Al amparo de la actividad jurisdiccional y con grandes dosis de ilusión, se embarcó en la tarea de montar un servicio de mediación penal para adultos, servicio que acaba de cumplir su décimo aniversario. Sus amplios conocimientos en materia de mediación le han permitido participar en cursos de formación tanto del Consejo General del Poder Judicial como de funcionarios de Justicia de la Junta de Andalucía, en conferencias en colegios de abogados de la provincia, en la Universidad de Derecho de Jerez, y ante colectivos sociales y asociaciones sensibilizados con la materia. También ha participado activamente en un programa auspiciado por la Junta de Andalucía que tenía por finalidad dar a conocer la actividad de los Tribunales de Justicia a colectivos de estudiantes que acudían a presenciar el desarrollo de los señalamientos penales y recibían una charla previa .
Mabel y Miguel Ángel se conocieron en el verano entre tercer y cuarto curso de Derecho y desde entonces han estado unidos. Su relación con Francisco de Vitoria comenzó cuando Mabel escuchó en la Escuela Judicial a nuestro querido y admirado compañero Carlos Granados. Y de la mano de Mabel, una vez ingresado en la carrera, llegó Miguel Ángel a la Asociación.
Contrajeron matrimonio en Jerez de la Frontera. No tienen hijos, pero sí sobrinos con los que procuran tener y mantener constante vínculo a través del recurso de idear “tradiciones” (la comida de principio de verano, la cena de fin de verano, la de Navidad, la escapada de fin de semana). Todo eso llena sus vidas de imborrables vivencias, experiencias y recuerdos siempre juntos.
Coinciden en la mayor parte de las actividades lúdicas, tanto en las deportivas, practicando juntos natación y pilates dos veces a la semana, como en las de ocio, si bien las discrepancias surgen ante el televisor, siendo Mabel aficionada a las series de ciencia ficción, mientras Miguel Ángel lo es a las series de época, sobre todo si están ambientadas en la Inglaterra de los siglos XVIII y XIX, cuentan historias intimistas donde prima el diálogo a la acción, y se recrean a la perfección los detalles estéticos.
Disfrutan mucho de la cercanía del mar paseando diariamente por la playa con su perro Piper. Ese es su momento de desconexión, donde aprovechan para recargar las pilas, donde surgen las más emotivas conversaciones y se disfrutan los más placenteros silencios.
Pero la verdadera pasión que comparten es la de viajar. Llevan a la práctica la máxima de que quien viaja disfruta por triplicado : preparando, viviendo y recordando . Por eso disfrutan eligiendo el destino, preparando las visitas, los hoteles, las comidas y, ya sobre el terreno, empapándose de todo aquello que les rodea (colores, olores, sonidos …), que tratan de inmortalizar a través de la fotografía. Afortunadamente han podido viajar por cuatro continentes, teniendo Mabel predilección por la India y Miguel Ángel por Latinoamérica, si bien ambos piensan que el mejor viaje está por llegar y en cualquier caso lo que más vale la pena es la compañía.
Nuestros vitorinos de este mes inauguran un formato novedoso en esta sección: la entrevista en pareja. En su caso era obligado. Como ellos mismos dicen: “No concebimos la vida el uno sin el otro, pánico nos da pensar el día en que a uno le falte el otro, por el hueco tan grande que va a quedar.” Y nosotros deseamos que si eso sucede, sea dentro de tanto, tanto tiempo que ya ni nos acordemos.
PREGUNTA: ¿Por qué estáis asociados y por qué a Francisco de Vitoria?
Mabel: En un trabajo tan individualista que tiende al aislamiento el estar asociado es fundamental, tanto para lo bueno como para lo malo.
Miguel Ángel: La falta de mayor asociación entre los compañeros de la carrera judicial sin duda nos debilita. Es la primera de las asignaturas pendientes
Ambos: ¿Y por qué a FV? Por muchas razones, pero el sistema asambleario de debate y decisión nos resulta muy sugestivo, un claro ejemplo de ello la última Asamblea en Sevilla.
PREGUNTA: Hace muchos años que pertenecéis a la Asociación Francisco de Vitoria, ¿en qué ha cambiado para vosotros? ¿Constatais una evolución en la misma? Y en tal caso, ¿cómo valorais tal evolución?
Miguel Ángel: Ciertamente ya son muchos años, y en ellos se ha podido apreciar una total renovación con un indudable éxito en el crecimiento del número de asociados, savia nueva que aporta ideas, modos y mucha fuerza, pero sin olvidar los verdaderos valores que nos caracterizan: independencia, profesionalidad y vocación de servicio público.
Mabel: Destacando el compromiso, participación e implicación de los asociados, así como el indiscutible empuje femenino, que se consolida como una nota de identidad de nuestra asociación.
Ambos: Sin duda la valoración que hacemos es enormemente positiva.
PREGUNTA: ¿Cuál es vuestra percepción de la situación actual de la Carrera Judicial? ¿En qué hemos avanzado y en qué hemos perdido terreno? ¿Animaríais a un familiar o persona cercana a ingresar en la Judicatura?
Miguel Ángel: Atravesamos momentos convulsos pero ilusionantes. Observar cómo un colectivo como el judicial, inmovilista por definición, empieza de salir de la zona de confort de sus despachos para manifestarse frente a las fachadas de los edificios judiciales me parece una imagen muy representativa de que una nueva conciencia está anidando en la carrera, que desea ser protagonista de su presente y futuro. Este movimiento, bien gestionado por nuestras asociaciones, debe traernos tiempos mejores.
Mabel: Tecnológicamente hemos avanzado, es una evidencia, pero la opinión pública no valora, quizás por desconocimiento, nuestra labor y dedicación a la tarea de contribuir a conseguir el bienestar de los ciudadanos, en este terreno queda mucho por hacer.
Ambos: Animaríamos a ingresar en esta carrera sólo a aquellos en quienes viéramos una clara vocación de servicio público, haciéndoles saber que este es un oficio sin horarios, mal remunerado, muchas veces poco o nada reconocido, injustamente valorado, pero, a pesar de ello, capaz de influir positivamente en la vida de las personas.
PREGUNTA: ¿Qué es necesario para que mejore la percepción que la sociedad tiene del poder judicial y de su independencia? ¿Y para que mejore la propia prestación del servicio público de la Administración de Justicia?
Miguel Ángel: La visibilidad es importante pero hay que ser inteligentes a la hora de gestionarla. En este sentido me parece muy atinada la iniciativa puesta en marcha por nuestra asociación poniendo en valor la figura y labor de los jueces, con especial incidencia en su independencia, con el uso de las herramientas y medios propios de los tiempos que vivimos. Además, cada uno de nosotros también podemos contribuir en nuestro día a día a la consecución de dicho fin. Es importante la cercanía, la comunicación cordial con aquellos que acuden a la Administración de Justicia. Dar los buenos días, utilizar un tono de voz moderado, ser accesibles, oír a la gente…, son maneras que no deberían perderse.
Mabel: Además deberíamos tender a cargas de trabajo adecuadas que permitan dar una respuesta más rápida sin perder calidad jurídica, simplificando y unificando los trámites procesales, acompañado de la creación de nuevos órganos. También es importante contar con gabinetes de prensa especializados que sean capaces de “explicar” nuestras decisiones con inmediatez, sobre todo aquellas que generan más controversia o debate social.
PREGUNTA: El ejercicio profesional, en el caso de ambos, os ha conducido al orden penal. ¿Cuáles son principales problemas de esta jurisdicción? ¿Qué reformas legales son prioritarias para este orden penal?
Miguel Ángel: Sin duda el principal problema es la carga de trabajo. Es imperiosa la reforma integral de la Ley de Enjuiciamiento Criminal con una clara vocación de simplificar y unificar el proceso, tendiendo a minimizar la fase de investigación, que no implica el establecimiento de plazos, que debería concentarse en manos del Ministerio Público bajo la tutela de los tribunales de garantía, y centrar el esfuerzo del juzgador en el acto del plenario.
Mabel: Sin olvidar la contribución que al colapso judicial en este orden ha supuesto la tendencia a penalizar conductas que antes eran sancionadas en otras ámbitos, como el administrativo, lo que está provocando una minusvaloración del principio de intervención mínima.
PREGUNTA: Mabel, actualmente eres presidenta de la Sección 4ª de la Audiencia Provincial de Cádiz. ¿Cuáles son los retos profesionales que has encontrado en el órgano colegiado, y sobre todo, qué supone el ejercicio de la función de Presidenta de la Sección, tanto en la relación con los compañeros de la misma como en relación con el ámbito de decisiones que debes tomar?
Mabel: La Presidencia de una Sección siempre es un reto. Implica un plus de responsabilidad. Todo órgano colegiado por definición pone en juego la capacidad de sus integrantes para trabajar en equipo, sin embargo, a diferencia de otros trabajos, en este caso los equipos se conforman por elementos tan ajenos a la labor jurisdiccional como la antigüedad en la carrera con lo que el componente de la afinidad carece de todo valor. Esto exige redoblar los esfuerzos para pulir aristas, labor que debe recaer en la figura del presidente, y que en ocasiones exige esfuerzos titánicos. No obstante, la labor de la deliberación pausada y crítica, basada en el estudio profundo de las cuestiones, su puesta en común y debate resulta enriquecedora. La necesidad de adoptar un criterio en multitud de cuestiones que se van planteando, que van conformando la doctrina de la sala, cual brújula para otros órganos de la primera instancia es, sin duda, de una enorme responsabilidad, de ahí mi constante preocupación en afinar no solo lo que se dice sino también la forma en que se dice, siempre razonada. Tarea en la que siempre se está en fase de aprendizaje.
PREGUNTA: Miguel Ángel, estás igualmente destinado en la actualidad en la Audiencia Provincial de Cádiz, concretamente en la Sección 3ª especializada en violencia de género. ¿Cuál es tu opinión acerca de tal especialización? ¿La consideras necesaria o conveniente? ¿En qué aspectos deberían reformarse el Código Penal y la Ley de Protección Integral contra la Violencia de Género para incrementar su eficacia?
Miguel Ángel: Soy defensor convencido de la especialización en esta materia, como lo soy de que los profesionales que servimos en dichos órganos deberíamos desarrollar una sensibilidad especial. En este sentido recomiendo que se cuente con los servicios de asistencia a las víctimas. Si algún tipo de víctimas precisan que se les muestre la cara más amable de la Justicia, estas son las de violencia de género. Ahora bien, estimo necesario que se delimite con mayor claridad desde el punto de vista del derecho positivo aquello que debemos entender como violencia de género, así como que se arbitren mecanismos eficaces para detectar y evitar situaciones de abuso procesal cuando lo que se busca es una posición de fuerza frente a batallas que se están librando al margen del proceso penal, el cual termina siendo instrumentalizado.
PREGUNTA: Miguel Ángel, dado que estás muy implicado en proyectos de mediación, nos gustaría conocer tu opinión sobre el estado actual y las perspectivas de futuro de la justicia restaurativa en el orden penal.
Miguel Ángel: No puedo ocultar cierta sensación de desánimo. Poner en marcha una “experiencia piloto” que lleva diez años de recorrido sin apenas haber avanzado en el terreno normativo y, sobre todo, sin ser dotada de medios necesarios para dar el salto del “voluntarismo y dedicación gratuita” a la creación de un servicio integrado y normalizado atendido por profesionales remunerados, resulta un tanto frustrante, pese a los resultados tan gratificantes que ha dado y está dando. Pese a todo, no he perdido la fe en las inmensas posibilidades de la Justicia Restaurativa, creo que humaniza el sistema y da una respuesta integral mucho más satisfactoria para los usuarios del servicio público de la Administración de Justicia.
PREGUNTA: Disfrutáis de una relación de larga duración y lleváis muchos años trabajando en la misma ciudad y en el mismo orden jurisdiccional. ¿Cómo influye ese trabajo en vuestra esfera privada? ¿Tratáis de mantenerlo fuera de la misma o hablais habitualmente de cuestiones de trabajo? ¿En alguna ocasión las inevitables situaciones de conflicto entre distintos órganos judiciales del mismo partido os han provocado algún roce o discusión personal?
Mabel: Lógicamente trabajando en lo mismo resulta recurrente en nuestras conversaciones el debate de cuestiones judiciales que nos ocupan y preocupan. Aunque curiosamente discrepamos en muchas ocasiones.
Miguel Ángel: En alguna ocasión, algún sagaz letrado conocedor de nuestra relación personal ha cometido la “osadía” de citar sentencias en su informe con clara alusión a la identidad del juzgador como “su marido”, llegando a la “desfachatez” de ofrecer una copia de la misma para que fuera incorporada a las actuaciones y así ilustrar a la juzgadora . Me reservo el final de la historia que tiene que ver con los comentarios vertidos en el automóvil de vuelta al hogar familiar.
Ambos: Eso sí, hemos desarrollado la habilidad especial de que en “modo ocio” la desconexión sea total. Está prohibido hablar de trabajo y lo cumplimos a rajatabla.
PREGUNTA: Nos consta que sois grandes viajeros, casi con categoría de trotamundos. ¿Preferís viajar en pareja o con amigos? ¿Cuál ha sido para cada uno de vosotros el mejor viaje? ¿Hay algún lugar que os haya transformado interiormente? ¿Hay algún sitio del que no guardéis buen recuerdo?
Ambos: Tenemos la extraordinaria suerte de compartir la pasión por viajar. Nos encanta viajar tanto en pareja como con amigos, siendo lo que marca la diferencia, casi siempre, el destino elegido. En aquellos países más “expuestos”, por inestables, problemáticos, etc. nos gusta viajar con amigos. El grupo protege mucho o al menos te aporta dicha sensación. Además, no hay como viajar con alguien para conocerlo realmente, incluso me atrevería a decir para conocerte a ti mismo como ser social. De todos los destinos nos traemos algo positivo, estando los malos recuerdos más relacionados con los guías que nos han mostrado su ciudad, región o país, que con el lugar mismo. Es muy importante escoger bien la persona que va a llevar a cabo dicho cometido.
Mabel: Mi mejor viaje: siempre la India. Ya he estado allí en cuatro ocasiones y espero volver. Allí se me recolocan muchas cosas en la cabeza. Todo me parece que ostenta un cariz más humano, el valor que se da a cada cosa se me antoja más racional, relegando nuestras preocupaciones a la condición de meramente artificiosas. En general Asia, con sus luces y sus sombras, me proporciona armonía y paz interior.
Miguel Ángel: Yo soy verdaderamente feliz viajando y trato de disfrutar intensamente de aquello que me ofrece el destino en cada momento, por eso me resulta muy difícil elegir un lugar o un instante, porque en ocasiones una breve pero intensa experiencia justifica, da valor y sentido a visitar un destino. Con todo guardo un especial recuerdo de un viaje de tres semanas que hicimos por Argentina, donde todo es excesivo y a la vez proporcionado, extraño equilibrio de la naturaleza en estado puro que te sobrecoge, atrapa y reconcilia con tu condición de ser vivo, potenciándote los cinco sentidos.
PREGUNTA: En vuestro caso es obligado pediros que nos recomendéis un lugar que haya que conocer y explorar, un lugar para hacer un viaje romántico o de descanso, y un lugar para escapada de fin de semana o puente.
Miguel Ángel: Una ciudad que me parece destino ideal para un viaje romántico en pareja, y la tenemos a la vuelta de la esquina, es Cracovia (Polonia). Lo tiene todo. Y dentro de ella me perdería, después de una intensa jornada de arte e historia, en el Barrio Judío, en cualquiera de sus locales alternativos, en cualquiera de sus patios interiores, escuchando música y manteniendo una distendida e introspectiva conversación con mi pareja.
PREGUNTA: Y dadas las fechas en que está prevista la publicación de esta entrevista, nos interesa saber qué planes navideños tenéis para este año. Y por supuesto, nos gustaría mucho que enviaséis un mensaje de Navidad y Año Nuevo a toda la “familia vitorina”.
Miguel Ángel: Claro que sí. Familia en las fechas claves y posterior escapada a Italia con amigos. Empezaremos el año en Verona, ciudad del amor por excelencia gracias a Romeo y Julieta.
Mabel: Y desear a toda la “familia vitorina” que, a pesar de los pesares, seamos capaces de encontrar un sentido a nuestras vidas en el ejercicio de nuestra profesión, de sentir el orgullo de ser servidores públicos con herramientas a nuestro alcance para contribuir a crear una sociedad más justa y para generar momentos de felicidad entre nuestros conciudadanos. Así seremos nosotros también más felices.
Ambos: Felices Fiestas y Feliz Año 2019.
Entrevista realizada por Eduardo López Causapé y Beatriz Muñoz Yangüela
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