RAMÓN RODRÍGUEZ JACKSON
Foto: RAMÓN RODRÍGUEZ JACKSON

RAMÓN FERNANDO RODRÍGUEZ JACKSON, Juez de impecable trayectoria y compañero muy querido por su calidad humana y profesional, así como por su permanente compromiso con nuestra Asociación, esconde bajo su apariencia humilde y tranquila a un indiscutido referente de Francisco de Vitoria, siempre en la vanguardia de la Asociación y en todo momento capaz de aportar una experiencia y una dedicación encomiables. Su afabilidad y cercanía unidas a la seriedad de sus planteamientos lo convierten en alguien que, atrayendo a las generaciones más jóvenes de asociados, conecta plenamente con los miembros más históricos de esta Asociación. Por esto y por todo aquello que no tenemos tiempo de consignar en esta breve presentación, la sección “Vitorinos” de la página web de la Asociación Francisco de Vitoria se abre en el mes de febrero de 2018 para nuestro estimado compañero Ramón Rodríguez Jackson.

Madrileño del barrio de Chamberí, nació un 5 de noviembre de 1955. Sus orígenes familiares y su propia trayectoria vital son, sin embargo, mucho más cosmopolitas. De hecho, su segundo apellido, Jackson, proviene de un comerciante inglés llamado Thomas Jackson que se estableció en Cádiz a principios del siglo XIX. A la temprana edad de nueve años, Ramón se fue a vivir a Tarragona, ciudad en la que cursó todos sus estudios previos a la Universidad y de la que conserva, además de muy buenos recuerdos, una imperecedera afición por el mundo romano, probablemente influida por haber vivido en una casa construida sobre la gradería del circo romano de la “Imperial Tarraco”.

La carrera de Derecho la cursó en la Universidad de Barcelona, en la ciudad posiblemente más abierta y moderna de la España de los años setenta, regresando a su Madrid natal tras finalizar los estudios universitarios y trabajando como profesor en una academia de preparación de oposiciones antes de iniciar él mismo su propia preparación para ingresar en la carrera judicial, aprobando tal acceso en el año 1984, y tomando posesión de su primer destino en el Juzgado de Distrito de Villanueva de la Serena (Badajoz) el 2 de mayo de 1985, tras poco más de tres meses en la Escuela Judicial. Posteriormente, como juez de ascenso, ocupó plaza en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Almansa (1985-1988) y en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 2 de San Lorenzo de El Escorial, ascendiendo a la categoría de magistrado en noviembre de 1988 y siendo destinado al Juzgado de Instrucción nº 3 de Madrid (1988-1993). También en Madrid, ha ejercido sus funciones en el Juzgado de Lo Penal nº 8 (1993-1998) y en la Audiencia Provincial, Secciones 16ª y 17ª en comisión de servicio (1996-1997), hallándose desde 1998 en la Sección 20ª de la Audiencia Provincial de Madrid.

Durante este tiempo, y en dos ocasiones, ha sido destinado al Gabinete Técnico del Tribunal Supremo Sala Primera en comisión de servicios sin relevación de funciones. Asimismo ha sido profesor asociado de la Universidad de Alcalá de Henares y colaborador de la Universidad Alfonso X El Sabio, ofreciendo como docente los amplios conocimientos adquiridos con su experiencia ejerciendo la función jurisdiccional.

Ramón es el mayor de seis hermanos, y la primera persona de su familia perteneciente a la Judicatura. Está casado con nuestra compañera vitorina Cristina Cadenas Cortina, actualmente destinada en la Sala de Lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

A su afición a la Historia de Roma, que incluye una pequeña biblioteca sobre el  tema y una colección de denarios que adquiere en subastas de Internet, se une la afición al mundo del ferrocarril, tanto real como en miniatura. De hecho ser maquinista fue su vocación infantil y actualmente está suscrito a revistas especializadas en el tema. Amante de la música, sobre todo la de los años setenta, y de la lectura, prefiriendo el ensayo a la novela, su país favorito no podía ser sino Italia, y su ciudad favorita, cómo no, Roma. Aunque no se defina como persona deportista, no elude la actividad física, caminando y practicando algo de bicicleta y de gimnasia de mantenimiento. Eso sí, una de sus pasiones, pese a haber vivido tantos años en Cataluña, es el Real Madrid, equipo del que es socio y al que está abonado, proclamando con orgullo su condición de “merengue” ante quien quiera escucharlo.

Este “vitorino” de raza no ha pertenecido a ninguna otra asociación. Muy joven era la Asociación Francisco de Vitoria cuando Ramón se asoció en el año 1988. Ha estado integrado siempre en la Sección Territorial de Madrid, de la que fue vocal y más tarde Portavoz Territorial entre 1991 y 1993. Ha sido elegido miembro de Comité Nacional en las Asambleas de 1993, 1995, 1999, 2001, 2009 y 2011, siendo en dos ocasiones el candidato más votado, y habiendo sido reelegido en todas aquellas en que ha podido y querido presentarse. Es muy probable que sea el asociado que más tiempo ha estado en el Comité Nacional, lo que puede dar idea de su vocación de servicio a Francisco de Vitoria, máxime cuando en todas esas ocasiones ha desempeñado el cargo de Tesorero, cargo que desempeñó incluso en el período 1997-1999 en el que no era miembro del Comité Nacional al ser expresamente designado por éste.

Ser miembro del Comité Nacional y estar destinado en Madrid supone asistir como representante de AJFV a múltiples reuniones y negociaciones en el Consejo General del Poder Judicial, en el Ministerio de Justicia y en el Congreso de los Diputados, solo por mencionar algunos ejemplos. Este nivel máximo de actividad y compromiso justifica sobradamente que se le haya concedido la insignia de oro de AJFV estando en activo y sin haber sido Portavoz Nacional o fundador de la Asociación. Actualmente, y desde septiembre de 2016 desempeña nuevamente el cargo de Portavoz de la Sección Territorial de Madrid, continuando así con su incansable y generosa dedicación a todos los que formamos parte de AJFV y, en general, a quienes integramos la carrera judicial.

PREGUNTA: ¿Por qué motivo decidiste asociarte? Y por qué a AJFV?

La decisión de asociarme surgió de la necesidad de superar el aislamiento que suponía ser Juez de una pequeña población en una época en que no contábamos con medios informáticos, bases de datos ni redes sociales para comunicarnos. Me asocié a AJFV por que era la que más se adaptaba a mi forma de concebir la Carrera Judicial: organización asamblearia, independencia de los poderes públicos, limitación de mandatos, prohibición a miembros del Comité Nacional de Coordinación  para postularse durante su mandato para cargos discrecionales.

PREGUNTA: ¿Crees que existe un “espíritu vitorino”? ¿Cómo lo definirías?

El espíritu vitorino existe efectivamente y está plasmado en nuestros Estatutos. Hace muchos años, estando en mi primer Comité Nacional tuvimos que otorgar un poder notarial para pleitos. Cuando lo leí vi que el Notario había reseñado como objeto social el contenido del artículo 2: “Defender y promover los valores y principios constitucionales. Potenciar la justicia como función al servicio de la comunidad. Garantizar la independencia judicial. Intensificar la inserción de los jueces en la realidad social, y salvaguardar y reivindicar los intereses profesionales de sus asociados”. No puede haber mejor resumen del espíritu que ha inspirado a AJFV y al que se ha mantenido  fiel durante tantos años.

PREGUNTA: ¿Cómo ves el asociacionismo judicial en España? ¿Y la situación actual de AJFV?

El asociacionismo judicial en España está muy vivo y refleja el pluralismo existente en el poder judicial, pero estamos muy lejos de conseguir que los órganos de gobierno del poder judicial reflejen realmente el pluralismo en la carrera. Al mismo tiempo, existe una conciencia clara de que resulta necesaria una actuación conjunta en cuestiones profesionales que afectan a todo el colectivo judicial, y ello se ha reflejado en el documento base que describe las catorce propuestas básicas, necesarias e ineludibles para mejorar la Justicia elaborado conjuntamente en junio de 2017. También han sido muy relevantes los comunicados conjuntos con motivo de la crisis constitucional en Cataluña.

Se hace visible un relevo generacional y una gradual incorporación  de compañeras a los órganos directivos que reflejan mejor la diversidad actual de la carrera. Está mejorando sin duda la comunicación, lo que facilita el conocimiento casi inmediato de la actividad asociativa, y estamos consiguiendo poco a poco superar el sambenito de que las asociaciones somos meros vehículos para obtener nombramientos discrecionales.

En cuanto a la situación actual de AJFV, hemos experimentado un crecimiento constante en los últimos años. Nos hemos consolidado como segunda asociación por número de afiliados, más de ochocientos. Internamente vivimos un  momento ilusionante y se está visualizando un notorio incremento de la actividad asociativa, tanto desde el Comité Nacional de Coordinación como desde las Secciones Territoriales, y una mayor presencia en los medios a nivel nacional y territorial. La elaboración de boletines mensuales en materias de interés con comentarios de actualidad está mejorando sin duda nuestra imagen.

PREGUNTA: ¿Cuál es tu percepción de la situación actual de la Carrera Judicial? ¿Qué reformas del estatuto del Juez serían necesarias para mejorar las condiciones de nuestra profesión?

La Carrera Judicial está actualmente esclerotizada y necesitada de una profunda reforma al no contar con auténticos cauces de promoción ni permitir una realización de expectativas profesionales, lo cual está provocando un sentimiento generalizado de frustración en todos los niveles. Y lo malo es que esta percepción alcanza a los que se incorporan.  Un proceso selectivo por el turno libre agotador, que exige una inversión de cinco a seis años de media, se premia con un futuro profesional incierto y desmotivador.  Resulta inadmisible lo que ocurre con los compañeros de la 67ª promoción, que deberían haber recibido sus despachos pero se les mantiene en una situación de interinidad inaceptable que les está produciendo graves perjuicios.

No me atrevo proponer soluciones.  En AJFV hemos debatido mucho sobre la oportunidad de una carrera horizontal, y de la creación de los Tribunales de Instancia, figura que han apoyado las cuatro asociaciones. Por otro lado, me preocupan  proyectos tales como el de implantar  “itinerarios”  en la carrera a través de incorporar pruebas selectivas de ascenso y especialización en las jurisdicciones troncales, civil y penal, de donde saldría una élite destinada a cubrir los destinos de nombramiento discrecional. La promoción profesional es un derecho para todos, y debe permitir compatibilizar la formación con el desempeño de la función jurisdiccional, y todo ello con la conciliación de la vida personal y familiar. El reto es, sin duda, enorme y las asociaciones judiciales debemos estar muy vigilantes.

PREGUNTA: ¿Existe un verdadero respeto a la independencia judicial? ¿Qué sería necesario para mejorasen los niveles de independencia judicial y su percepción por los ciudadanos?

Los Justicia en España es independiente. Otra cosa son los intentos más o menos camuflados de influir en las decisiones judiciales. Nada más hay que ver los juicios paralelos, y las recriminaciones en tertulias y redes sociales, incluso por personas con responsabilidades políticas de primer orden, contra los jueces cuando sus decisiones no gustan, y las consideraciones y alabanzas exageradas en caso contrario. El sistema de elección de los vocales de procedencia judicial por las cámaras legislativas y el funcionamiento del Consejo General de Poder Judicial como espejo de la relación de las fuerzas parlamentarias de turno han favorecido la creación una imagen pública de politización y de falta de independencia que no responde a la realidad, pero que es muy negativa y muy difícil de superar.

Las asociaciones judiciales debemos preservar esta independencia no solo frente a los otros poderes, sino frente al propio CGPJ, que debería defenderla. Un ejemplo es la reciente Sentenecia de la Sala 3ª del Tribunal Supremo de 1 de febrero de 2018 que, resolviendo un recurso de AJFV declara que la Inspección de Tribunales del CGPJ carece de atribuciones para dirigir órdenes o mandatos de cualquier género a los órganos judiciales y que el CGPJ no puede establecer la periodicidad de los señalamientos; pronunciamiento que se ha conseguido gracias a que ha habido compañeros valientes que se han defendido de una actuación de hecho de una unidad inspectora.

El reto está en trasladar al ciudadano que la independencia de la justicia, no es un privilegio corporativo, como intencionadamente se afirma, sino su mayor garantía. El particular que se ve obligado a litigar en defensa de sus derechos frente a la Administración o grandes corporaciones, empresarios, o profesionales, que disponen de medios y acceso a los mejor defensa legal, debe ser consciente de que lo que equilibra la balanza es la independencia del Juez. Me viene a la cabeza el ejemplo del molinero alemán, cuando se opone con firmeza  al capricho del Rey de Prusia que quiere derribar su molino para tener mejores vistas de su castillo, y al que dice orgulloso: “Señor, aún hay Jueces en Berlín”.

PREGUNTA: ¿Qué opinas sobre la disposición de medios personales y materiales en la Administración de Justicia? ¿Y sobre la planta judicial y la ratio de jueces por habitante? ¿Qué reformas serían necesarias para mejorar la eficacia de la Administración de Justicia?

La experiencia asociativa me ha llevado a concluir que por regla general los responsables políticos no consideran la inversión en justicia rentable en términos electorales. Y lo más probable es que no lo sea. De tal modo que las prioridades presupuestarias son siempre otras con más rentabilidad electoral. Ello, unido a la crisis económica, se  ha traducido en falta de inversión en la última década y en una precariedad de medios que empieza a resultar insoportable, sobre todo en algunas Comunidades Autónomas como Madrid o Andalucía. Mientras  la litigiosidad sigue en aumento, la ratio de jueces por habitante sigue siendo de las más bajas de nuestro entorno. Y la situación no va a mejorar ya que no se crean nuevas plazas judiciales, al tiempo que se ha prescindido de la mayoría de jueces sustitutos y magistrados suplentes que paliaban la falta de titulares. Es incomprensible que en esta situación se haya tardado casi dos años en convocar las actuales oposiciones por el turno libre y se ha hecho la convocatoria en un número tan  limitado de plazas que no cubre la reposición de las vacantes.

Es imprescindible abordar un verdadero Pacto para la Justicia, a largo plazo y con la necesaria dotación presupuestaria, pero en la situación actual tal pacto no deja de ser una utopía. Debe reforzarse el Consejo General del Poder Judicial, que presenta actualmente con un perfil muy bajo, y dotarlo de la autonomía presupuestaria necesaria para desarrollar adecuadamente su función.

PREGUNTA: ¿Cuáles son, en tu opinión, las medidas que, a nivel personal, asociativo, o de carrera en su conjunto, podrían adoptarse para conseguir de los restantes poderes públicos tales reformas para mejorar nuestras condiciones profesionales, nuestra independencia y los medios para desempeñar nuestra función?

Si los responsables políticos no se han convencido con la crisis constitucional de Cataluña de la importancia de una Justicia con medios materiales suficientes y de jueces que cuenten con los instrumentos precisos para desarrollar su función, al margen de avatares políticos, nada podemos hacer.

Creo sinceramente que, como detentadores individuales de un contrapeso de poder, no despertamos simpatía en aquellos de quienes depende la decisión política de mejorar de nuestras condiciones profesionales y retributivas y que, por consiguiente, no podemos esperar mucho por ese lado. Ni siquiera hemos conseguido que se cumpla lo previsto en la  Ley de Retribuciones de 2003. Por otra parte, nos encontramos en una situación muy precaria pues, sin estar representados en la negociación colectiva de la función pública, sus resultados sin embargo se nos trasladan automáticamente para bien o para mal. A nivel individual poco podemos hacer. A nivel colectivo será necesario plantear medidas de conflicto, pero en este caso la fragmentación asociativa resulta un inconveniente más que una ventaja pues obliga a partir de acuerdos de mínimos.

PREGUNTA: Hace tiempo que desempeñas tu función jurisdiccional en la segunda instancia del orden civil. ¿Cómo valoras la situación actual de ese orden jurisdiccional? ¿Cuál es tu opinión sobre la solución dada por el CGPJ a la “materia relativa a las condiciones generales incluidas en contratos de financiación con garantías reales inmobiliarias cuyo prestatario sea una persona física”?

La jurisdicción civil, sobre todo en la primera instancia está sobrecargada por el exceso de litigiosidad producida por la crisis económica y las reformas legislativas, y, no obstante, creo que está dando una respuesta adecuada de protección a la población  más vulnerable, corrigiendo las desigualdades en materia de consumidores y usuarios y determinados abusos en la contratación hipotecaria y de productos financieros complejos.

La solución dada por el CGPJ a los mal llamados “Juzgados de cláusulas suelo” ha pasado por alto que en esos procedimientos se ventilan cuestiones muy complejas que no se pueden resolver como si se tratara de una mera extensión de efectos, figura desconocida en la jurisdicción civil, sino que la jurisprudencia exige un examen caso por caso lo que hace necesaria una actividad procesal y probatoria compleja. La unificación en un solo Juzgado con competencia provincial, sobre todo en provincias de gran población como Madrid, con más de seis millones de habitantes, ha resultado catastrófica para los afectados, pues la pendencia resulta de tal magnitud que desborda cualquier previsión.

PREGUNTA: ¿Podrías describirnos tu experiencia en un órgano colegiado? ¿Cómo se desarrolla la convivencia cotidiana con los compañeros de sección? ¿Existe una dimensión personal y humana por debajo de la estrictamente profesional?

Una Sección de un órgano colegiado es algo más que la suma de sus componentes individuales. Adquiere con el tiempo una personalidad propia, en la que resulta de especial importancia la confianza, la ayuda mutua, el traspaso de conocimientos, la deliberación, la educación y el respeto. Con el tiempo nos conocemos y nos complementamos, y resulta muy frecuente que los componentes de las Secciones no cambien de destino salvo ascensos o jubilaciones.

PREGUNTA: Estás casado con nuestra compañera Cristina Cadenas, también Magistrada y también “vitorina”. ¿Tiene mucha incidencia la vida profesional y la vida asociativa en vuestra vida familiar, o tratáis de mantener lo profesional en el estricto ámbito del despacho?

La verdad es que estar casado con una compañera de profesión y de asociación tiene muchas ventajas pues ambos conocemos el trabajo del otro y padecemos las mismas dificultades. Al estar en jurisdicciones diferentes no solemos comentar nuestros asuntos salvo para consultarnos alguna cuestión puntual que tengan que ver con la jurisdicción del otro. Sí comentamos habitualmente temas profesionales comunes y asociativos que nos interesan, pero sin acritud  pues pensamos de forma bastante parecida.

PREGUNTA: Eres uno de los “vitorinos” con más amplia experiencia como miembro del Comité Nacional, en concreto al frente de la tesorería. ¿Cómo recuerdas estas experiencias? ¿Cuál es tu valoración sobre las finanzas de la asociación? ¿Opinas que deberíamos evolucionar hacia una mayor autonomía presupuestaria para no depender de las subvenciones públicas, o por el contrario puede ser contraproducente la financiación privada, dada nuestra condición de asociación de jueces?

La multitud de actividades que desarrolla la Asociación y la necesidad de tener una organización administrativa permanente con los gastos que ello conlleva, haría muy difícil no depender de subvenciones públicas. En cuanto a la financiación privada es un debate abierto. En mi opinión no existe objeción siempre que sean puntuales y para actuaciones formativas concretas.

PREGUNTA: Actualmente eres el Portavoz de la Sección Territorial de Madrid. ¿Cómo afrontas el reto de representar a una de las secciones con más peso específico en AJFV por número de asociados?

Es para mí un honor y una gran satisfacción ostentar la representación de la Sección Territorial de Madrid. Mi principal reto fue encontrar compañeros que quisieran acompañarme en esta etapa y la verdad es que he tenido la gran suerte de contar con José Manuel Ruiz y Natalia Velilla, ahora en el Comité Nacional, cuya incesante actividad nos ha permitido en un año reorganizar la Sección, reactivar la Comisión Interasociativa Provincial de Madrid, crear el Aula Francisco de Vitoria y dar un nuevo impulso al Comité Territorial al que se acaban de incorporar otros cinco compañeros muy cualificados y entusiastas, Inaki de Torres, Juan Javier Pérez, Daphne Calamita, Roberto Fernández y Rocío Rubio. Mi intención es que el Comité Territorial funcione a modo del Comité Nacional, y sirva de modelo de organización para otras Secciones Territoriales.

PREGUNTA: Una reciente propuesta procedente de la Sección Territorial de Madrid que fue votada en la Asamblea de Alicante relativa a la presentación y/o apoyo por AJFV de candidatos para vocales del CGPJ en su previsible próxima renovación ha generado un fuerte debate e intensas reacciones en el seno de nuestra Asociación. ¿Te gustaría explicar la génesis de tal propuesta, su finalidad y los motivos por los que se presentó?

Agradezco mucho la oportunidad de contestar a esta cuestión. Debo decir que se trató de una iniciativa personal que planteé por vez primera al Comité Territorial de Madrid y luego a la Asamblea Territorial de Madrid, que la apoyó por mayoría no sin un largo debate y me encomendó defender la propuesta en la Asamblea de Alicante, donde por una clara mayoría fue aprobada. El principal de los motivos por los que se presentó es la convicción de que una asociación judicial con más de ochocientos asociados debe de tener necesariamente representación en el órgano de gobierno del Poder Judicial, para cumplir una de sus finalidades que es precisamente la de reivindicar los intereses profesionales de sus asociados. El CGPJ no se limita al nombramiento de cargos discrecionales. Tiene competencias en materia de selección, formación, potestad disciplinaria y reglamentaria y, si queremos desarrollar todas nuestras capacidades no podemos estar fuera de ese centro de decisión. Han pasado casi cinco años desde que se produjo el último proceso selectivo, en el que las asociaciones Francisco de Vitoria, Juezas y Jueces para la Democracia, y Foro Judicial Independiente decidieron no participar como respuesta y repulsa a la nueva reforma que mantuvo el sistema de elección de los vocales de procedencia judicial por las Cámaras. Aunque es cierto que el hecho fue noticia durante unos días, la cuestión fue totalmente olvidada poco después. Las Cámaras eligieron al nuevo Consejo y resultó que de los vocales judiciales elegidos por el PP tres fueron no asociados y el resto de la Asociación Profesional de la Magistratura, y entre los elegidos por el PSOE todos fueron asociados de Juezas y Jueces para la Democracia. AJFV quedó fuera.

Naturalmente soy consciente que el actual sistema está viciado, pero tengo la convicción de que es preferible intentar cambiar las cosas desde dentro que seguir viendo como otros toman las grandes decisiones. No concibo que AJFV permanezca otros cinco años más fuera del CGPJ. Tenemos personas muy formadas que pueden desempeñar estos cargos. Defendamos desde ahora nuestro derecho a participar de forma real y efectiva en el órgano de gobierno de los Jueces. Luchemos por ello. Respetando todas las opiniones en contra, no creo que esta posición sea contraria en modo alguno a los principios de nuestra Asociación.

PREGUNTA: Por último, es conocida por muchos tu afición al fútbol, y concretamente al Real Madrid. Es inevitable preguntarte por tu opinión sobre el estado del equipo. ¿Quién tiene más posibilidades: El Madrid de ganar la Liga o los jueces de que nos suban el sueldo?

En los años 70 hubo una serie de televisión que tuvo mucho éxito llamada “Kung Fu”. Era la época del 0-5 del Barcelona en el Bernabéu cuyo vídeo todavía se vende en las Ramblas. Se contaba un chiste en el que el protagonista Kwai Chang Caine preguntaba a su maestro: “Maestro Po, cree usted que este año el Madrid ganará la liga” y él le respondía “Pequeño Saltamontes,  no soy gili…”. Pues eso.

 

Entrevista realizada por Eduardo López Causapé y Beatriz Muñoz Yangüela.