
Foto: FRANCISCO PLEITE GUADAMILLAS
FRANCISCO PLEITE GUADAMILLAS nació en Toledo y tiene casi ocho apellidos toledanos, pero pasó su infancia en Polán, un pequeño pueblo próximo al rio Tajo situado a unos 15 kilómetros al sur de Toledo, que se encuentra en los comienzos de las estribaciones de los montes que llevan el nombre de la ciudad y dibujan en el horizonte una silueta cansada por el paso del tiempo, entre olivares y encinas. Allí el verano es muy caluroso y en el invierno las heladas se suceden día tras día. Me cuenta Francisco durante la entrevista que toda su familia residía en el pueblo, y que, aunque él tiene una sola hermana, siente que nació el seno de una familia muy numerosa, ya que tiene 33 primos hermanos y no podría concebir la vida sin sus primos y tíos. Sus padres tenían una pequeña tienda de comestibles en la que Francisco trabajaba ayudando en tareas de todo tipo, escuchando las conversaciones que relataban sobre lo que sucedía y no sucedía en el pueblo, observando y aprendiendo.
Así, pasó sus primeros años de vida estudiando en Polán hasta que a los 13 años ingresó en un internado de Toledo, momento que fue para él un punto de inflexión, ya que cree que fue entonces cuando se convirtió en un buen estudiante. Fue un lector precoz, y leía con detenimiento artículos de comentaristas políticos y todo tipo de periódicos, no solo los deportivos. Le gustaba la historia contemporánea y leer todo tipo de ensayos.
Otra de sus grandes aficiones era jugar al ajedrez. En cuanto al deporte, además del futbol, le encantaba el atletismo; veía con pasión los campeonatos y las olimpiadas, y se sabía todos los récords del mundo. El fútbol le apasionaba y su sueño –como el de tantos niños- era ser futbolista. Su equipo de la infancia era el equipo de su padre, el Athletic de Bilbao, porque su futbol era directo, noble y, en ocasiones, algo romántico, además de ir contracorriente cuando todos sus amigos eran seguidores del Real Madrid y Atlético de Madrid.
Esa pasión por la historia y por la filosofía le hizo albergar dudas respecto a los estudios que iba a cursar, pero se decidió por el Derecho, carrera que estudió en la Universidad Complutense de Madrid. Al terminar los estudios preparó las oposiciones de Técnico Superior de la comunidad de Madrid, y mientras estudiaba estas oposiciones se convocaron otras para la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y se presentó aprobándolas. En la Junta de Comunidades comenzó a trabajar en la Dirección General de Hacienda en temas presupuestarios, y después desempeñó el puesto de interventor de las Consejerías de Presidencia y Educación y Cultura. Durante esa época se doctoró en Derecho en la Universidad Carlos III de Madrid, y comenzó a impartir clases de Derecho Financiero y Tributario en la Universidad. A Francisco Pleite le encanta la docencia, y por eso ha continuado, ya dentro de la carrera judicial, dando clases de derecho administrativo en las Universidades de Sevilla, Pablo Olavide y Loyola.
Se incorporó a la carrera judicial por el cuarto turno en el año 2003, y su primer destino fue el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Palma de Mallorca, donde permaneció hasta que en el 2008 se trasladó al Juzgado Contencioso Administrativo número 9 de Sevilla. En la carrera judicial le concedieron el premio de la fundación Wellington por un estudio sobre el ámbito subjetivo de la contratación pública, ha escrito varios libros de derecho administrativo sobre este tema, numerosos artículos en revistas de derecho Administrativo y en varios periódicos nacionales como El País y ABC y en la Revista de Occidente.
Fue en su primer destino cuando entró en la Asociación Francisco de Vitoria incorporándose a la sección territorial de Baleares, de la que fue portavoz territorial. Ya era miembro de la sección de Andalucía cuando fue elegido miembro del Comité Nacional en la asamblea de Cádiz del año 2007 donde trabajó hasta el año 2011.
Este compañero trabajador y discreto siempre ha estado vinculado a la actividad de la asociación, con la que ha colaborado en todo lo que se le ha pedido, redactando recursos e informes. Forma parte de ese material humano de calidad excepcional con el que contamos en Francisco de Vitoria, y por ello la Asociación ha recurrido a Paco en muchas ocasiones, no sólo porque siempre está dispuesto a ayudar sino por su valía, su compromiso e inteligencia.
Aficionado a la lectura, le gusta leer ensayos de todo tipo, pero especialmente de Stefan Zweig, Imre Kertész y George Steiner. Todos los años intenta “escaparse” a algún sitio porque viajar le enriquece, y para los que no lo sepáis, ha corrido medias maratones en Londres, Formentera, y en septiembre del año pasado la maratón de Berlín.
Puede concluirse, por tanto, que nuestro entrevistado no puede ser más completo. Un hombre afable, franco, tranquilo y hecho a sí mismo, que combina la pasión por la ciencia y la vocación por el humanismo. Alguien que habiendo conseguido cumplir su sueño sigue queriendo “hacer”; sin pretensiones ni soberbia, sólo con pasión y humildad. Este es Francisco Pleite, nuestro Paco Pleite.
PREGUNTA: ¿Por qué motivo decidiste asociarte? ¿y por qué a AJFV?
Cuando ingresé en la carrera judicial en los primeros meses pensé en asociarme, después de valorar las distintas asociaciones y, a pesar de la insistencia de compañeros para asociarme en otra, me llevaban los impresos todos los días, opte por AJFV porque era la que mejor defendía la intereses profesionales y la independencia de jueces y magistrados, y, además, porque nadie me decía que me asociara, eso me motivaba; sino al contrario tuve que preguntar y solicitar los impresos, conducta típica de nuestra asociación.
PREGUNTA: ¿Qué es para ti la AJFV?
Es como una gran familia en la que me siento que formo parte. Es un lugar donde he conocido a excelentes personas, espero con ansiedad cada asamblea, cada reunión de la sección territorial, no concibo la carrera judicial sin la asociación, me siento afortunado de pertenecer a Francisco de Vitoria y me ha dado tanto que llevaría mucho tiempo compensar lo recibido. Es un lugar donde he aprendido lo que significa ser juez, lo que es la responsabilidad y la entrega a la profesión. Es un lugar de encuentro no solo de compañeros, sino de amistad auténtica.
PREGUNTA: ¿Crees que existe un “espíritu vitorino”? ¿Cómo lo definirías?
Más que un “espíritu vitorino” existe un “gen” vitorino, que está presente en todos aquellos que están comprometidos con la defensa de la independencia y profesionalidad de la carrera judicial, los que hacemos del servicio público nuestro trabajo. Ese “gen” vitorino emerge en las Asambleas cuando se tratan los temas asociativos, las discusiones previas y las votaciones. Vamos a votar si votamos, la redacción de las conclusiones discutiendo donde va una coma, que, por cierto, es muy importante. Eso demuestra el compromiso e inconformismo de los miembros de la asociación, imprescindible para avanzar. Y sobre todo la tolerancia, creo que esto no se debería perder, es el icono de la asociación, tan necesaria en los tiempos actuales que vemos como se ignora al que no opina como nosotros, y hasta se descalifica; pensamos que sólo existe una verdad, la nuestra, y la de los otros no nos interesa, cuando siempre tenemos que escuchar y tratar de aprender. No me gusta el pensamiento único y por eso prefiero esta asociación que se caracteriza por su pluralidad, libertad de expresión y el respeto a las diferentes opiniones.
PREGUNTA: ¿Cómo ves el asociacionismo judicial en España? ¿y la situación actual de AJFV?
Veo que es un buen momento, que las asociaciones se están movilizando y los compañeros están percibiendo su trabajo; aunque hay muchos que no se asocian, lentamente se incrementa el asociacionismo. Pienso que se debería avanzar en la unidad asociativa ya que es el único camino para conseguir objetivos.
La situación actual es prometedora, AJFV tiene un proyecto muy atractivo e imprescindible, su compromiso con la carrera judicial y trayectoria la definen como una asociación que defiende de forma independiente los intereses profesionales de los jueces y magistrados. Es una voz nítida, firme y necesaria en medio de los intereses políticos y la parálisis judicial. Es una voz que debe hacer propuestas constructivas y colaborar de forma leal a todos los niveles. No hay que perder el ánimo, sabemos que es muy difícil romper la inercia del inmovilismo actual, pero nadie ha dicho que fuera sencillo. La asociación está integrada por excelentes profesionales que seguro que conseguirán los objetivos marcados.
PREGUNTA: ¿Cuál es tu percepción de la situación actual de la Carrera Judicial? ¿y de su evolución desde que perteneces a ella? ¿Qué reformas del estatuto del Juez serían necesarias para mejorar las condiciones de nuestra profesión?
En mi opinión la carrera judicial atraviesa un momento crítico ya que ha ido empeorando en la mayoría de los aspectos. La situación se ha ido deteriorando. Es lamentable comprobar como las últimas promociones tienen por delante un futuro incierto y los que llevamos años no tenemos futuro. Después de superar un duro proceso selectivo ven como tienen que pasar por unas prácticas, que no son debidamente retribuidas con las funciones que desempeñan, para, después, peregrinar por numerosos juzgados; la propia designación de jueces en expectativa de destino habla por sí sola. La figura de los jueces de adscripción territorial, que tendría que ser excepcional, se convierte en lo habitual. Los principios de inamovilidad se ven afectados. No existe una carrera judicial propiamente dicha y gran parte de compañeros están abocados a permanecer décadas en el mismo puesto, sin proyectos. No hay carrera profesional ni vertical ni horizontal. El resultado es un gran desánimo y hastío al que se añade la pérdida de poder adquisitivo, la sobrecarga de trabajo que se viene soportando y la política de nombramientos hace que la situación sea realmente desoladora.
Respecto a la reforma del estatuto de juez la pregunta contiene la respuesta, hay que reclamar un auténtico estatuto de juez, tal y como se define en la Constitución y la LOPJ. No debemos luchar por la “funcionarización o laboralización de la función judicial” mediante la asimilación a estos empleados públicos, sino por nuestro propio estatuto adecuado a la responsabilidad de nuestras funciones y necesidades. La reforma de la LOPJ por la LO 4/2013 de 18 de junio desapoderó al Consejo General del Poder Judicial de gran parte de su potestad reglamentaria, y hay que recuperar esa potestad y reformar el estatuto. Hay que repensar la carrera judicial, poner fin a los “parches” -jueces en expectativa de destino, JAT, juzgados bis de cláusulas suelos etc-, que se han ido creando conduciendo a la carrera judicial a una situación límite. Habría que abordar dos temas fundamentales, uno, crear un autentica carrera profesional vertical y horizontal. La carrera horizontal esta inédita y sería un buen instrumento para incentivar a los que deseen permanecer en el puesto y mejorar retributivamente. Retribuir a los jueces en prácticas según sus funciones. Otro, establecer una carga de trabajo que permita dar una respuesta adecuada en tiempo y en calidad que no sea a cargo de la salud de los jueces y magistrados.
PREGUNTA: ¿Existe un verdadero respeto a la independencia judicial? ¿Qué sería necesario para mejorasen los niveles de independencia judicial? ¿Y qué sería necesario para que mejorase la percepción que los ciudadanos tienen de la independencia judicial?
La independencia judicial es esencial en un Estado de Derecho, hemos podido observar como los jueces en Cataluña han sido un ejemplo para garantizar la Constitución y el imperio de la ley. Pienso que la percepción y las mejoras de la independencia judicial van de la mano. En concreto, resaltaría la necesidad de reformar el sistema de elección de vocales del CGPJ de tal manera que sean elegidos por los propios jueces y poner fin a las denominadas puertas giratorias. El informe Greco ha puesto de manifiesto que se debe reformar. Sin embargo, después de más de 30 años con este sistema y la escasa voluntad política para su reforma, parece que estamos condenados a convivir con él, por lo que se debería incidir en paliar sus efectos. En este sentido, es urgente la reforma del procedimiento de nombramientos del CGPJ, de tal manera que la discrecionalidad se reduzca al mínimo y que se valore, realmente, el mérito y la capacidad. Otra medida esencial sería poner fin a las denominadas “puertas giratorias”, me parece que la reforma de la LOPJ por la LO 12/2011, de 22 de septiembre que se aprobó convirtiendo la excedencia voluntaria de los cargos electos en servicios especiales con efectos retroactivos perjudica gravemente la imagen de la justicia, no solo no se penaliza el abandonar la carrera judicial por un cargo político, sino que se reconoce y se concede los mismos efectos como si estuviese en activo. Debería valorarse el dictado de sentencias, que es lo que hacemos, y el desempeño del trabajo en los diferentes puestos.
PREGUNTA: ¿Qué opinas sobre la disposición de medios personales y materiales en la Administración de Justicia? ¿Y sobre la planta judicial y la ratio de jueces por habitante? ¿Qué reformas serían necesarias para mejorar la eficacia de la Administración de Justicia?
Cada legislatura se va aplazando la reforma de la Administración de justicia. El número de jueces por habitante está muy por debajo de la media europea, pero en litigios estamos a la cabeza de los países europeos, quizás también en dedicación, pues el sistema se ha ido manteniendo gracias a nuestro esfuerzo. A pesar de ello los últimos años hemos comprobado cómo apenas ha existido oferta de empleo pública, siendo irrelevante las plazas convocadas que no cubren ni las bajas por jubilación, mientras comprobamos como se destinan recursos a una Administración ya de por si mastodóntica. En mi opinión habría que reformar la planta judicial, y poner en funcionamiento los tribunales de instancia, siempre y cuando se mantenga un sistema objetivo de distribución de asuntos y una presidencia electa por los magistrados, con esto se pondría fin a los JAT y jueces en expectativa de destino, juzgados “nodriza y bis” de las cláusulas suelo y otros inventos.
Es evidente la falta de medios y la descoordinación entre las administraciones con competencia en materia de justicia, poner de acuerdo a tres administraciones para gestionar la Justicia es tarea imposible y conduce a la parálisis. Esta reforma es inaplazable. Un día escuché a un Ministro de Justicia que era intolerable señalamientos a dos años vista, el mismo día el Consejero de Justicia por la tarde decía lo mismo, pero ninguno adoptaba medidas y los señalamientos continuaban a dos años vista. La puesta en funcionamiento de los “juzgados de clausula suelo” es un ejemplo. Hay que repensar el sistema actual de distribución de competencias y estudiar la posible reunificación en una sola administración.
PREGUNTA: Paco, tú formaste parte del Comité Nacional de la asociación hace unos años. ¿Qué supuso para ti esta experiencia?.
La experiencia en el Comité Nacional fue de las vivencias más importantes que me ha sucedido en la carrera judicial. He conocido a personas extraordinarias, todos los miembros del comité eran admirables por su dedicación desinteresada, es curioso que lo que hacemos sin retribución sea de lo más gratificante. Asumí ser miembro del Comité Nacional con enorme responsabilidad por los compañeros que representas y que te han elegido, hace que intentes dar lo mejor de ti mismo. Trabaje muchísimo. En el primer comité nos tocó vivir unos momentos muy intensos y aprendí de la vocación de los compañeros con los que compartí esos años y con los que mantengo una fuerte amistad.
PREGUNTA: Accediste a la carrera profesional por el Cuarto Turno como jurista de reconocida competencia en el orden Contencioso-Administrativo. ¿Qué fue lo que te hizo decidirte a entrar en la Carrera Judicial? ¿Qué fue lo que más te sorprendió cuando te integraste a ella? ¿Fuiste bien recibido por los compañeros?
Estuve desempeñando el puesto de interventor en la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha y, a la vez, profesor en la Universidad Carlos III de Madrid, no veía mi futuro dentro de la administración, me gustaba la enseñanza y sentía una gran atracción por la judicatura, siempre había pensado en contribuir a aportar mi conocimiento para hacer una sociedad más justa. Lo que más me sorprendió es lo mucho que se trabaja, fueron los primeros años muy duros, recuerdo con unos compañeros que comente “este domingo no he trabajado”, como si fuera algo excepcional. Fui muy bien recibido por todos los compañeros de Palma de Mallorca, mantengo muy buenos amigos, y hacíamos muchas actividades juntos.
PREGUNTA: ¿En qué situación crees que se halla la Jurisdicción Contencioso-Administrativa en la actualidad? ¿Qué reformas consideras urgentes y necesarias para dotar a dicho orden jurisdiccional de una capacidad de respuesta más pronta y eficaz?
La jurisdicción contencioso administrativa se encuentra en estos momentos en una situación de relativa capacidad de respuesta en tiempo. Con carácter general el número de entrada de asuntos ha descendido, sin embargo, corremos el peligro de considerar lo excepcional como lo normal, cuando lo habitual tenía que ser una carga de trabajo razonable como actualmente sucede en algunas ciudades, venimos de años en los que se ha trabajado muy por encima de lo que sería exigible. Como reformas habría que introducir la posibilidad de que en asuntos que existan diferentes criterios interpretativos entre los juzgados sin posibilidad de apelación, debería existir la posibilidad de recurrir para unificar criterios. Es muy triste ver, en una misma ciudad que los juzgados tienen distinto criterio y en función del órgano que resuelve que se estime o desestime el recurso. No olvidemos que por debajo de 30.000 € no se puede interponer recurso de apelación. Otra reforma importante sería la ejecución de sentencias, es insufrible la demora de la Administración para ejecutar las resoluciones judiciales después de años de litigio.
PREGUNTA: Pese a tu origen toledano, gran parte de tu vida se ha desarrollado en otras ciudades muy alejadas de Toledo. Intenta describir con una palabra o dos cómo ha sido tu experiencia en las ciudades en las que has vivido. (Palma de Mallorca, Sevilla, Madrid…)
He tenido la suerte de nacer en Toledo, sin intención de ofender, entre la soledad de sus calles empinadas y el repicar de las campanas de sus iglesias al atardecer, muy cerca de la sinagoga del Tránsito. También, he vivido en dos ciudades magníficas, Palma de Mallorca y Sevilla. De cada una de ellas se podría escribir un libro, pero como hay que resumir diría que Mallorca fue la vida y Sevilla la amistad. Mallorca la naturaleza y Sevilla la belleza. Mallorca el mar y Sevilla el cielo. Ciudades diferentes, pero apasionantes.
PREGUNTA: Recientemente hemos descubierto una nueva faceta tuya como escritor. ¿Qué fue lo que motivó que quisieras escribir un libro (“Europa entre el miedo y la hospitalidad”) y que la temática fuera sobre los refugiados y el drama de la inmigración?
Pienso que en la vida tenemos que aportar algo y contribuir, al menos dentro de nuestras fuerzas, a que el mundo sea un poco mejor. Llevamos años viendo el drama de millones de personas que huyen de la guerra de Siria, miles de personas mueren en el Mediterráneo, surgen voces xenófobas ante el miedo de la llegada de refugiados, se reclama la vuelta de las fronteras, renacen los nacionalismos y Europa pacta con Turquía la devolución de los que llegan exhaustos a las costas griegas. Me hubiera gustado ir a ayudar a los refugiados, pero creo que lo pueden hacer otras personas mejor, así que dentro de mis capacidades pensé en escribir, primero fue un artículo y después el libro. He tratado de reflexionar y de dar una visión distinta a la que se tiene de los refugiados y de la inmigración. No debemos olvidar los horrores del siglo pasado. Europa debe despertar, no puede perder sus valores, ni puede tener miedo, de lo contrario, el miedo puede hacerla perderse.
PREGUNTA: A propósito de tu libro y del título de uno de sus capítulos…, ¿Crees que de verdad hemos perdido la capacidad de conmovernos?
No soporto la indiferencia de la gente, pienso que estamos sufriendo un proceso de desapego, de individualismo y de aislamiento. Es paradójico que, en un momento de mayor conectividad, nos sintamos más solos y poco a poco nos vamos volviendo insensibles hacia los otros, quizás sea porque nuestra vida se reduce a contactos a través de los aparatos tecnológicos y olvidamos las voces, las miradas y los abrazos, imprescindibles para el ser humano. La indiferencia ante el dolor mata y nos mata. Gandhi decía que: “Más que los actos de los malos me horroriza la indiferencia de los buenos”. El ser humano solo tiene sentido en los otros, en el amor y el encuentro.
PREGUNTA: Dime qué recuerdo te hace sonreír, y el título de una canción que te emocione.
En las asambleas de la asociación los traslados en autobús del hotel al restaurante y, sobre todo, la vuelta al hotel. Son bastantes la canciones que me emocionan, sirva por todas “Nessum Dorma” cantada por Pavarotti, no tanto como invadir Polonia, pero si me da mucho ánimo.
PREGUNTA: ¿Cuál es el lugar que más te inspira para escribir? (Sentencias, no, ya se entiende…).
En cuanto a los lugares que más me inspiran para escribir son las cafeterías, me encantan las ciudades, como descubrí en un viaje a Edimburgo, que tienen cafeterías envueltas en una atmosfera que invitan a leer y escribir, a falta de ellas las bibliotecas son buenos lugares para escribir.
PREGUNTA: ¿Hay algún personaje histórico, o alguien que conozcas, al que admires profundamente o te fascine especialmente?.
Uno de los personajes históricos que más admiro es San Francisco de Asís, por la humildad y sencillez, por la forma de disfrutar de la vida sin tener nada, por su vida en la naturaleza, por su misticismo, su legado, a pesar del poco tiempo que vivió, fue inmenso y perdura hasta nuestros días, cuando se visita la ciudad de Asis todavía se respira su paz. Leí una biografía estupenda de Chesterton que fue la que me introdujo en el conocimiento del santo. Pero, a los que admiro actualmente -y son para mí verdaderos héroes- es a mis padres, cada día me asombro más de ellos por lo que me han enseñado y enseñan con su ejemplo.
PREGUNTA: Sobre tu afición al “running” nos gustaría que nos contaras qué es lo que te aporta este deporte y qué es lo que más te gusta de esta actividad.
Ahora hay una moda sobre el running, todos corren, pero yo siempre he necesitado correr, no sé el motivo, pero unas veces era un refugio y otras un encuentro. Pero siempre me ha dado paz. Me ha enseñado que lo importante es el camino, y a no tener miedo ni a la distancia ni al tiempo, corriendo, incluso, he resuelto muchos asuntos y me ha servido para dictar sentencias. Correr me ha enseñado a vivir, me ha servido para dar lo mejor de mí mismo, me ha dado fuerza para llegar y no abandonar. Correr bajo la lluvia es una de las sensaciones que he experimentado más agradable, recuerdo un día al volver al pueblo por el monte empezó una lluvia fina, al principio molesta, pero en unos minutos se convirtió en una sensación de libertad, correr fuera de los caminos por el campo, ver que tus huellas se quedan marcadas sobre la tierra, sentir hundirse tu pie en el suelo, pisar las hojas en otoño, sentir que formas partes de la naturaleza, es inolvidable. Correr me ha servido para ser feliz.
Entrevista realizada por Eduardo López Causapé y Beatriz Muñoz Yangüela.
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